El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha anunciado este 5 de marzo que propondrá a Rusia y China una nueva iniciativa trilateral de control de armas con el fin de “evitar una cara carrera armamentista” y “trabajar juntos para construir un futuro mejor, más seguro y más próspero para todos”.
Este mandatario ha anunciado sus intenciones el día en que se cumple el 50.º aniversario del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) que se ratificó durante la Guerra Fría.
El Gobierno estadounidense también ha hecho públicos documentos clasificados de hace más de 50 años “para poner de relieve el duro trabajo que costó negociar el TNP y hacer que entrase en vigor”. En ese sentido, Trump ha alentado a Rusia y Reino Unido para que sigan el ejemplo de EE.UU. y desclasifiquen documentos relevantes de aquella época.
El inquilino de la Casa Blanca ha destacado que “el éxito del TNP no fue predeterminado y su futuro éxito no está garantizado”, así que ha reiterado “el compromiso completo” de EE.UU. para “preservar y ahondar su legado”.
Por su parte, el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. también ha reafirmado su deseo de “fortalecer el régimen de no proliferación nuclear e involucrar a China y Rusia para lograr un control de armas verificable y ejecutable que promueva la seguridad mundial”.
EE.UU. busca un nuevo pacto mientras arruina otros
Donald Trump aboga por que EE.UU., Rusia y China firmen un pacto trilateral después de abandonar el histórico Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés), que su país firmó con la URSS en 1987 y supuso una distensión en el ámbito político europeo al final de la Guerra Fría.
Este histórico acuerdo marcó la primera vez que las superpotencias acordaron eliminar una categoría completa de armas nucleares e introdujeron el mecanismo de inspecciones ‘in situ’ para su verificación.
EE.UU. se retiró del INF porque estimó que Rusia violó ese acuerdo, algo que Moscú niega rotundamente y formó parte de las mutuas acusaciones de incumplimiento del tratado. Rusia intentó preservar el pacto al exponer todos los datos sobre el misil que provocó las dudas de Washington, pero los estadounidenses ignoraron esa información.
En cualquier caso, EE.UU. no ha mostrado intenciones de prorrogar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III o Nuevo START) que expira en febrero de 2021, pese a las reiteradas propuestas de Rusia para acordar su prolongación, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, estima que es “el último instrumento jurídico internacional que limita mutuamente las capacidades de misiles nucleares” de los dos países y “asegura la previsibilidad en el control de armamento”.
Con información de RT