España estableció controles policiales este martes en sus fronteras terrestres con Francia y Portugal y negó el paso a los extranjeros que intentaban entrar, como parte de las estrictas medidas para prevenir la propagación del coronavirus en el segundo país más afectado de Europa.
El gobierno registró 182 nuevas muertes durante la noche, lo que eleva el total de muertos a 491 y convierte a España en el país europeo con el mayor número de víctimas mortales del mundo después de Italia y en el cuarto país a nivel global con est. El número de infectados superó por primera vez los 10,000, llegando a 11,178.
España cerró sus fronteras terrestres el lunes a todos menos a los españoles, residentes permanentes y trabajadores transfronterizos. El comercio de mercancías no se ve afectado.
Los coches hacían cola para entrar en España en Vilar Formoso, Portugal, mientras la policía española, con mascarillas y guantes, comprobaba las identidades y rechazaba a los vehículos que llevaban pasajeros sin permiso para entrar.
Uno de ellos era Joaquim Silva, un portugués que vive en Francia hace más de 50 años y que intentaba volver al país galo conduciendo a través de España.
“Es terrible porque vivimos allí, tenemos familia allí, tenemos problemas de salud que están siendo tratados allí”, dijo. “Aquí en Portugal ni siquiera tenemos un médico de cabecera”.
Los gobiernos de toda Europa han tomado duras medidas para frenar la pandemia, cerrando las fronteras, escuelas, tiendas, restaurantes y ordenando a sus ciudadanos que se queden en casa.
Los 47 millones de habitantes de España están confinados desde el sábado por la noche y sólo pueden salir de sus casas para ir al trabajo, comprar comida, ir a la farmacia o a un centro sanitario, u otras emergencias.
Más de 1,000 soldados estaban desplegados por todo el país y están indicando a la población que se queden en casa si no tienen un motivo para salir, mientras especialistas del Ejército trabajan para desinfectar las estaciones de tren.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció este martes un paquete de ayuda por 200,000 millones de euros, de los cuales la mitad corresponden a una línea de avales para que las empresas no se queden sin liquidez.
Más de la mitad de los puestos de trabajo en el país dependen de pequeñas o medianas empresas y España tiene una de las tasas de desempleo más altas del mundo desarrollado que ha persistido durante la recuperación económica.
Cientos de miles de españoles ya dependen de las ayudas de la seguridad social y han sido enviados a casa temporalmente por compañías como Volkswagen y Burger King.
Con información de Reuters