Para ciertos empresarios que se les ve cada domingo en misa, la avaricia es un pecado capital.
Los ciudadanos ya no somos los de antes, ya no vemos para otro lado cuando los políticos hacen sus enjuagues debajo de la mesa. Harían bien en recordarlo Sebastián Pérez y camarilla. Las cincuenta mil luminarias que pretenden adquirir, no se levanten el cuello, son exigencia ciudadana, no hagan de la necesidad de los potosinos un negocio.
Plagada de irregularidades, la licitación fue denunciada desde el comienzo pues se realizó hecha “a medida” para favorecer a una empresa ligada a empresarios, que no vale la pena ni mencionarlos, pero que son los mismos favorecidos de siempre; los consentidos, obras de ingeniería, de comunicación, de iluminación. Usted diga, seguro estos personajes aparecerán siempre ahí, como si no hubiera otros.
Trascendió que durante la presentación de los proveedores de sus propuestas de las luminarias para nuestra ciudad, se confirmó lo que se sospechaba: la marca Phillips no tardó ni veinte minutos, según relatos, en ser evaluada en sus especificaciones técnicas, tuvo casualmente un diez de diez. No especificaron año ni lugar de fabricación, pero que importa si nuestros cuates tendrán un jugoso contrato.
Los potosinos queremos luz, SI, es nuestra exigencia, pero ni por un momento piensen ustedes señores de corbata que nos hacen un favor. Es simplemente nuestro derecho más esencial como ciudadanos y como ciudadanos que ejercemos nuestros derechos también exigimos licitaciones transparentes, de compadrazgos ya tuvimos suficiente.
Así no compañeros, no olviden que son servidores del pueblo, sus negocios ya no son tolerados, sus juegos en lo oscurito saldrán a la luz, los vigilamos, nosotros, el pueblo.
Juana Martínez para El Hormiguero Potosino