Los cubrebocas se han convertido en una herramienta esencial para combatir la pandemia del coronavirus, los médicos las usan para evitar contagiarse de los pacientes que están atendiendo, los enfermos las usan para no esparcir el virus y millones de personas más las usan para salir de sus casas con un poco de protección.
El problema con estas mascarillas es que son productos de un solo uso, son desechadas después de usarlas una vez y, como con todo la basura del mundo, terminan en el mar, contaminando el agua y provocando que las playas de algunas partes del mundo se llenen de basura.
Los investigadores han comenzado a notar que, desde finales de 2019 (con todo lo del coronavirus), el número de cubrebocas descartados ha aumentado considerablemente, y estas están llegando hasta las playas de Hong Kong y otros países que ahora deben limpiar toda esa basura, que también es peligrosa para los animales que viven ahí y pueden quedar atrapados.
Esto lo reporta el investigador de Saanich, Teale Phelps Bondaroff, quien trabaja como director de OceansAsia, una organización sin fines de lucro que se enfoca en la protección de los océanos, lidiando con temas de contaminación hasta el crimen organizado que involucra la explotación, venta ilegal y sería de las criaturas marinas.
Desde hace semanas, los investigadores han visto grandes cantidades de cubrebocas aparecer en las playas de las Islas Soko de Hong Kong, que son parte de un conjunto de islas al que solo se puede llegar por barco y que se encuentran cubiertas por basura. El equipo de OceanAsia se dedica a visitar las islas para limpiar un poco del desastre y para encontrar la fuente de toda esa basura para poder detenerla.
Ahora, además de la basura que encuentran ahí normalmente, también están encontrando miles de cubrebocas que fueron lanzados a la basura sin pensarlo dos veces a consecuencia de la crisis por el coronavirus.
En febrero de este año, uno de los investigadores de OceanAsia encontró 70 cubrebocas en una pequeña zona de la playa, y creen que el número seguirá creciendo. La cantidad no es el único problema, los expertos dicen que estos cubrebocas con hechos con un material de plástico llamado polipropileno, que tarda más tiempo en degradarse y que está cubierto por toxinas que pueden ser dañinas para los animales y la vida marina. El estudio dice que los animales han estado consumiendo parte de estas mascarillas.
Los reportes dicen que alrededor de 80 millones de pedazos de plástico acaban en el mar y las playas todos los días, así que los cubrebocas son solo parte del problema, pero OceanAsia demuestra que tenemos un problema grave cuando se trata de nuestra basura y que es muy importante encontrar una solución si en verdad queremos tener un mundo limpio (si las playas o te preocupan, tal vez te gustaría saber que los peces se comen ese plástico y, cuando tú los comes, también te quedas con un poco de eso).
Phelps dice que esto también nos debe ayudar a tomar conciencia sobre las medidas adecuadas para desechar los cubrebocas correctamente, sobre todo si no queremos que empiecen a llegar a más lugares del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tomar el cubrebocas por las correas, evitando tocar el frente de la máscara ya que puede estar contaminada y colocarla en un contenedor cerrado, hacerlo de otra forma es descuidado y peligroso. Y no debes volver a usarla una vez que te la quitas.
Claramente, tener cuidado no solo es por la limpieza del mundo, sino también por tu propia salud y la de millones de personas que podrían entrar en contacto con tu basura.
Con información de GQ