Tokio y otras seis prefecturas viven este sábado su primer fin de semana bajo un estado de emergencia, con millones de personas en confinamiento en sus hogares, para frenar la propagación del coronavirus en Japón.
La céntrica calle Takeshita en el distrito de Harajuku de Tokio, por lo general llenas de gente joven, luce casi vacía, con pocas personas caminado por el lugar, mostró la cadena NHK.
Muchas tiendas de ropa y tiendas de variedades permanecieron cerradas, con avisos que decían cerradas temporalmente, mientras algunos establecimientos de comida y farmacias estaban abiertos con un horario comercial más corto.
Las áreas alrededor de la estación de Shinjuku, en Tokio, que normalmente están llenas de compradores parecían semidesiertas con grandes almacenes y restaurantes cerrados, de acuerdo con la agencia Kyodo News.
La falta de personas en uno de los principales centros de transporte de la capital del país se demostró aún más en una pantalla de horarios en la Terminal de Autobuses de la Autopista Shinjuku, que mostró que la mayoría de los autobuses programados tenían asientos vacíos.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, declaró el martes el estado de emergencia para Tokio y las prefecturas cercanas de Kanagawa, Saitama y Chiba, así como las prefecturas de Osaka, Hyogo y Fukuoka.
La decisión se produjo debido a los temores de que una reciente tendencia alcista en el número de casos nuevos de coronavirus en áreas urbanas podría llevar al colapso del sistema de salud.
La declaración, vigente hasta el 6 de mayo, busca reducir el contacto de persona a persona en un 70 a 80 por ciento de lo habitual para prevenir un aumento explosivo de infecciones de COVID-19.
Con información de Forbes