A más de 18 metros de profundidad en el Golfo de México se encuentra un bosque oculto. Estuvo fuera de la vista de biólogos e investigadores por casi 60.000 años. Gracias al huracán Iván, en el 2004, este fue descubierto.
Y fue hace casi 60.000 años que, lo que hoy es una parte del Golfo de México fuera un bosque de cipreses gigantescos. Los árboles ciprés pueden vivir mil años y a su vez registrar en su corteza información climática de la región.
¿Por qué un bosque oculto bajo aguas marinas?
El motivo de que este bosque oculto se encuentre inmerso se debe a cómo el mar ha aumentado su nivel en los últimos seis milenios. Y es que los científicos han descubierto al estudiar los anillos de crecimientos de estos árboles, que la costa de Alabama logró subir su nivel.
Gracias a los vientos de 225 km/h y olas de hasta 27 metros que azotaron las costas de Alabama en el 2004, se desplazó gran cantidad de arena del fondo marino y así quedó al descubierto, la evidencia de este grandioso bosque prehistórico.
Debido a la gran cantidad de sedimento del océano y un ambiente libre de oxígeno, es que pudo conservarse una buena cantidad de árboles cipreses. Y aunque estos árboles murieron, la falta de oxígeno ha permitido que la madera se mantenga en su estado natural sin llegar a fosilizarse e incluso pudrirse.
Evidencias del bosque oculto y sumergido. Crédito: Francis Choi (NOAA)
Las especies de este ecosistema representan para los biólogos el futuro farmacéutico
El ecosistema que habita en este bosque oculto prehistórico es infinito ya que en el habitan millones de animales pequeños. Los científicos apenas han empezado a estudiar los posibles campos donde se pueden aplicar las propiedades que guarda este ecosistema y sus nuevas especies descubiertas.
Los biólogos no han dejado de sorprenderse por la gran variedad de nuevos microorganismos. Biólogos de las universidades Notheastern y Utah ya han empezado a catalogar nuevas especies descubiertas en este bosque.
Y es aquí donde se pueden ver los campos donde pudiera aplicarse los productos de estas nuevas especies. Muy probablemente se hallen aplicaciones en el desarrollo científico de la medicina, farmacéutica, biotecnología y hasta la genética.
Algunos restos extraídos. Crédito: Brian Helmuth (NOAA)
El potencial de los gusanos de madera
Un ejemplo de esto son los gusanos de madera. Ellos, juntos con otras bacterias con las que hacen vida, son literalmente laboratorios vivientes. Su estudio de seguro permitirá en el futuro avances en la lucha contra la resistencia bacteriana al desarrollar nuevos fármacos.
Estos invertebrados no son un descubrimiento nuevo para los biólogos. Pero el hecho de que se encuentren en la madera de estos árboles de ciprés a profundidades de 18 metros tiene mucho significado. Es posible que estos gusanos desarrollasen bacterias nuevas para la ciencia.
Los biólogos pudieron ver este hecho cuando analizaron muestras de madera recuperada de este bosque oculto sumergido. Allí lograron en un principio catalogar 300 especies y unas 100 bacterias de la cuales 12 son especies nuevas para los biólogos y científicos.
Un trozo de madera extraído. Crédito: Brian Helmuth (NOAA)
Todavía los biólogos y científicos no han logrado estudiar a todas las especies que habitan en este ecosistema. Pero pronto se dará un gran avance en la ciencia médica, la farmacológica y la genética a razón de este gran descubrimiento.
La conservación del bosque oculto
Por ahora, lo más importante para los científicos y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) es conservar este ecosistema. El objetivo es que este sirva a futuro para su estudio, incluso su aplicación a nivel de la ciencia genética.
Sin embargo, algunos científicos creen que solo se tienen unos cuantos años más para el estudio de este bosque prehistórico sumergido. Y es que la exposición a los elementos, tanto naturales como a la intervención humana podrían fácilmente destruir por completo este gran descubrimiento.
Con información de Código Cósmico