El precio de la tonelada de maíz ha crecido en las últimas dos semanas de manera drástica, por lo que el valor de la tortilla tendrá que ajustarse, alertaron molineros.
En un país donde la dieta diaria está basada en el consumo de maíz, las autoridades federales llamaron a la solidaridad de la cadena productiva para no subir el precio y menos aún en tiempos de contingencia sanitaria.
Sin embargo, desde finales de marzo el precio ha crecido a tal velocidad que deja de ser costeable en principio para los molineros; y luego, para los tortilleros.
Para esta semana, se calcula que la tonelada de maíz se venderá a un precio de 6,000 a 6,200 pesos.
“Quienes se están viendo afectados son los molinos de nixtamal, ellos alimentan entre 10 y 15 tortillerías, si ellos no tienen maíz o les suben el precio, ellos aumentarán el precio de la masa luego, el productor de tortilla identifica un aumento y sube el costo de la tortilla”, comentó Blanca Mejía, tesorera del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional.
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“En estos últimos 15 días hemos tenido un incremento diario de 100 pesos por tonelada de maíz, hemos intentado contactar a la Profeco, no nos contesta, queremos exhibir los aumentos tanto en el maíz como en la harina, ya llegó un momento en que es incosteable sostener el producto que es la masa o el nixtamal y es por eso que nosotros nos vemos obligados a incrementarlo. Todavía la última semana de marzo tuvimos precios muy accesibles, a raíz de que se disparó el dólar esto se ha venido incrementando bastante”, acusó.
En sus palabras, el alza no se da en las tortillerías, sino con los intermediarios que distribuyen maíz a precios cada vez más altos, por lo que urgió a la Profeco a vigilar a ese sector.
Y si bien en su negocio y varios molineros más han tratado de no encarecer su producto, la masa nixtamalizada, que se vendía en menos de 5 pesos, para esta semana el alza será inevitable.
Aunado a ello, enfrentan a distribuidores que les ofrecen un número limitado de toneladas, desde su perspectiva, para esperar al día siguiente y venderlo más caro.
Según las facturas por las compras realizadas por el negocio de Manuel, el precio pasó de 5,060 pesos por tonelada de maíz el 2 de marzo, a 5,500 pesos por tonelada al 31 de marzo, un alza de 8.6% en 30 días. De diciembre al 2 de marzo, por ejemplo, el alza del precio fue de 5.4%, según su registro de compras.
El presidente del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional Mexicana, Francisco Jarquín, se pronunció en redes por mayor control sobre los precios del maíz, pues advirtió que la política de la Profeco orillaría al cierre de tortillerías al no ser rentables.
El pasado 24 de marzo, las autoridades federales informaron que no había razones para elevar el precio de las tortillas, luego de que una organización de productores advirtiera del alza del grano de 25%.
El 2 de abril, el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, resaltó en un video que el abasto de maíz está garantizado, por lo que no hay justificación “para los tortilleros” para no respetar el precio máximo. Además, amenazó con multar con hasta 3 millones de pesos a los negocios que rebasen el precio e incluso tomar control de las unidades si no se respeta el precio.
Además, el 3 de abril, la Profeco difundió en sus redes sociales videos sobre el operativo que mantienen para vigilar el precio de las tortillas, donde se ve la clausura de una tortillería.
Con información de Forbes / Angélica Escobar y Luis Fernando Lozano