La legislación del Cannabis es un tema que se ha venido abordando desde hace décadas y sin duda es una de las grandes controversias que han presentado algunos países para su estatuto, tan solo en América, Canadá y Estados Unidos, lograron que esta planta resultara legal para su uso recreativo en los famosos “coffee shops” y en el ámbito medicinal.
Sin embargo, la marihuana – como coloquialmente se le conoce – no solo impactará en la industria farmacéutica o química, también tendrá grandes oportunidades en el manejo integral de residuos. Y para muestra, quiero referirme a los diferentes usos del Cannabis Sativa, identificados en un reciente estudio que lanzamos sobre inteligencia tecnológica de dicho cultivo; por ejemplo, a nivel mundial encontramos diversas industrias con más de 3,500 familias de patentes registradas, que representan más de 10.000 publicaciones, de las cuales solo el 33% del total de las familias han sido concedidas – siendo China uno de los principales generadores de soluciones en el área. Esto nos da una idea de la inversión que se realiza a nivel mundial al respecto.
Tan solo en nuestro país, el mercado de la marihuana alcanzará los 2 mil millones de dólares, en los productos a base de cannabis, por lo que la evolución del número de solicitudes de innovaciones en el área se ve reflejada en que los usos y estudios de cannabis van aumentando.
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De hecho, vemos a México en el lugar número 12 de los países con más patentes registradas, solo por debajo de China, Estados Unidos y Canadá; lo que abre una gran oportunidad para las empresas que pretenden incursionar en este mercado, pero al mismo tiempo, nos permite comprender dónde están las amenazas y oportunidades que los competidores internacionales tienen a nivel tecnológico y de la aplicación de su tecnología en productos.
En ese sentido, a finales del año pasado, la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) liberó alrededor de 60 permisos para producir materias primas, alimentos, bebidas, suplementos alimenticios, cosméticos y farmacéuticos a base de cannabis.
La evolución del número de solicitudes de innovaciones en el área se ve reflejada en que los usos y estudios de cannabis van aumentando, permitiendo comprender el estado de madurez que ha tenido en la última década. Tan solo en 1996, había 14 familias de Cannabis, de las cuales 18 tenían aplicación y solo 13 patentes fueron concebidas; sin embargo, las familias fueron incrementando y no fue hasta 2016 que se descubrieron 839 clasificaciones y se hicieron 1034 aplicaciones, de las cuales solo 317 fueron aceptadas.
Además, pese a que la tecnología y necesidades van avanzando a lo largo de los años, en 2018 solo hubo 597 familias, 144 aplicaciones y 278 patentes concebidas, lo que nos permite saber la eficacia de la inversión en esta materia.
Cabe recordar que el pasado 4 de marzo, senadores mexicanos de las comisiones de Salud y Justicia aprobaron en lo general, regular el uso de la marihuana lúdica. Ante ello, es importante tomar en cuenta que más allá de los muchos detalles que se discuten sobre su regulación, existe otra realidad del lado de la investigación y del desarrollo de aplicaciones en campos como la medicina en un acelerado crecimiento.
Y es que un asunto importante con relación a la planta es que, de acuerdo con la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (Anicann), la legalización de la planta implica otros beneficios que no sólo son económicos, sino ambientales, ecológicos y medicinales, pues el cáñamo tiene más de mil 500 usos. Por ejemplo, con las semillas se produce desde proteína en polvo, leche, cerveza, y hasta combustible; mientras que con las hojas se fabrican mantequilla e infusiones, entre otros, lo que abre el abanico de oportunidades de negocio. Sumado a ello, de acuerdo con la Anicann, en México hay aproximadamente 40 millones de mexicanos que padecen de dolores críticos que pueden ser tratados con productos derivados del cáñamo.
Asimismo, México ocupa un lugar importante no solo por la presencia de los principales laboratorios internacionales en el país, sino también por su actividad de producción local y por la calidad en investigación y desarrollo, ya que dentro del estudio sobre los usos del Cannabis Sativa, el liderazgo tecnológico de las entidades que más presentaciones realizan en todo el mundo destacan empresas farmacéuticas, de alimentos y químicas; entre las 35 compañías que lideran a nivel tecnológico este campo se encuentran BASF, Bayer, Bristol Myers Squibb, Pfizer, Sanofi, entre otras.
Ante este panorama, la buena noticia es que a pesar del lento desempeño regulatorio, la inversión en investigación para fines médicos del cannabis en todo el mundo ha crecido en las dos últimas décadas un 1000%, por lo que se abre una importante espacio en México para seguir profundizando en el tema, de forma asertiva, e identificar oportunidades de líneas de desarrollo de investigación o la posible adquisición y licenciamiento de tecnología.
Con información de Entrepreneur