Las agencias de Inteligencia de EE.UU. han concluido que el coronavirus “no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente”, aunque siguen intentando averiguar si el origen de la pandemia se debe al contacto con animales infectados o a un accidente en un laboratorio chino.
“La Comunidad de Inteligencia también está de acuerdo con el amplio consenso científico acerca de que el virus del covid-19 no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente”, reza el comunicado la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el centro de intercambio de información para la red de las agencias de espionaje estadounidenses, recoge AP.
“La CI continuará examinando rigurosamente la información y la inteligencia que vaya surgiendo para determinar si el brote comenzó por el contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan”, añade el documento.
El comunicado de la Inteligencia llega en un momento en el que presidente de EE.UU., Donald Trump, y otros altos cargos promocionan la teoría aún no probada de que un laboratorio de enfermedades infecciosas en Wuhan podría haber sido la fuente de la pandemia, que ya ha dejado más de 220.000 muertos en todo el mundo.
China bajo presión
Hace dos semanas, China se convirtió en víctima de varias acusaciones en relación al origen y las fases tempranas de la propagación del virus. El 14 de abril, el Comité de Seguridad Nacional del Senado estadounidense lanzó una investigación sobre cómo se inició la pandemia. En una entrevista, el presidente de este comité, Ron Johnson, llegó a sugerir que el patógeno podría proceder de un laboratorio chino.
El día siguiente, Donald Trump, quien ha acusado repetidamente al país asiático de ocultar información sobre el brote, afirmó que el número real de muertes por el covid-19 en Wuhan era más alto que el que indican las cifras oficiales. El 18 de abril, el inquilino de la Casa Blanca amenazó a China con “consecuencias” si llegara a demostrarse que Pekín fue “conscientemente responsable” de la pandemia del coronavirus.
La semana pasada, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, también acusó a China de no reportar a tiempo sobre el brote a la Organización Mundial de Salud (OMS). Según el funcionario, el gigante asiático no informó sobre la propagación comunitaria del virus “durante un mes, hasta que estuvo en todas las provincias dentro de China”.
La sospecha del laboratorio
Entretanto, según The New York Times, altos cargos de la Administración Trump, incluido Mike Pompeo, habrían presionado a las agencias estadounidenses de espionaje para que busquen evidencias que respalden la teoría de que un laboratorio en Wuhan fue el origen del brote.
Sin embargo, la mayoría de las agencias de inteligencia se muestran escépticas ante la posibilidad de que pueda encontrarse alguna evidencia concluyente en este sentido, mientras los científicos que han estudiado la genética del coronavirus sostienen que lo más probable es que saltara de animal a humano en un entorno distinto a un laboratorio, indica la publicación, que cita fuentes oficiales activas o ya retiradas.
“No somos el cómplice del virus”
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, instó la semana pasada a EE.UU. a dejar de culpar a Pekín por la pandemia. “No somos el culpable ni el cómplice del virus”, aseguró el vocero en rueda de prensa.
Este lunes, el Ministerio de Exteriores del gigante asiático aseguró que Pekín es “víctima” de la desinformación que rodea el brote del covid-19 y, al mismo tiempo, se preguntó si Washington “está escondiendo algo” a su población.
Con información de Reuters