Todos los expertos pueden decirte que hay diferentes tipos de piel y que hay algunas cosas que debes hacer diferente con cada una para cubrir sus necesidades y evitar problemas. Algunas personas tienen la piel más seca que el desierto del Sahara y tienen que vivir con un fracaso de humectante en el bolsillo, otros se irritan fácilmente y otros más tiene problemas de control de grasa, que es un problema evidente, pero no incontrolable.
El secreto para tener una piel sana, sin importar su tipo, es que no hay un secreto que funcione para todos, cada persona reacciona de forma diferente y se trata de encontrar la rutina que mejor funcione, cambiando, agregando o quitando pasos hasta encontrar la fórmula correcta.
El problema de la piel grasa es que es notoria, hagas lo que hagas, tu frente siempre brilla y muchos pueden creer que tal vez está sudando, que no tienes buena higiene o que tienes alguna condición extraña, además de que eres más propenso a tener puntos negros y granos, pero no es el caso, simplemente es tu piel pidiendo ayuda a gritos.
Probablemente, si tienes ese problema, ya intentaste muchas cosas para cambiarlo, pero, si en verdad quieres tener la mejor piel posible, es importante que primero entiendas qué es la piel grasa, de dónde viene y cómo puedes tratarla, sin hacerla enojar (aka empeorar).
De acuerdo con los expertos, la piel grasa suele ser un poco más gruesa, tiene los poros más abiertos, puede darse en la adolescencia por cuestiones hormonales o en los adultos por episodios de estrés, pero, principalmente se cree que es un problema de hidratación. Tu piel está intentando compensar la falta de hidratación produciendo grasa en exceso.
¿Qué la produce?
De acuerdo con los expertos, hay 7 factores principales que provocan la piel grasa:
La genética
Si tus papás tienen el mismo problema, entonces tienes más posibilidades de tenerlo, esto se puede pasar en los genes que causan que tengas glándulas sebáceas más grandes, lo que también produce más aceites naturales.
El ambiente
Cosas como la humedad o el calor en extremo pueden afectar tu piel, dejándola más seca y estimulando la producción de grasa.
Lavar demasiado
Lavarse demasiado la cara le quita la humedad natural, lo que significa que va a estar seca y vas a producir más grasa para compensarlo.
Algún medicamento
Algunos medicamentos afectan tus hormonas de formas diferentes, lo que significa que pueden causar todo tipo de problemas de la piel, desde acné hasta una sobreproducción de grasa.
El uso de productos cosméticos
Si no usas los productos adecuados para cuidarla y limpiarla (ya sea para limpieza, proteger del sol o humectar), puedes arruinar el balance de tu piel. Es importante que uses productos libres de aceites o que dejen tu piel demasiado seca.
Cambios hormonales
Las hormonas lo controlan todo y no solo las mujeres las tienen, un cambio hormonal puede ser causado por el estrés y eso puede verse reflejado en tu pelo y tu piel.
La mala dieta
Dicen que eres lo que comes y aunque no te vas a convertir en alitas de pollo, tu mala dieta se va a ver reflejada en tu apariencia, no solo puede hacer que subas de peso, también puede cambiar tu piel.
La importancia del cuidado de la piel
¿Cómo combatirlo?
Se trata de tener los cuidados correctos.
La hidratación es clave
Tal vez te parece contradictorio, pero no lo es, la clave para mantener tu piel grasa bajo control es tenerla bien hidratada, consumiendo suficiente agua y usando los productos correctos que ayuden a retener la humedad y a detener el proceso de inflamación.
Usa aceites naturales
No lo parece, pero la piel grasa necesita ayuda de aceites naturales que ayuden a conseguir un balance y a hacerle creer al cuerpo que ya tiene suficiente grasa para que deje de producirla en exceso
Usa un buen limpiador
No se trata de un limpiador agresivo, sino de algo que sea suave con la piel y que no le vaya a quitar sus aceites naturales, que es lo que termina provocando la sobreproducción.
La American Academy of Dermatology recomienda:
SÍ lávate la cara todas las mañanas, noches y después del ejercicio. Sin frotar ya que esto irrita la piel, lo que puede hacer que se vea peor.
DEBES elegir productos para el cuidado de la piel que estén etiquetados como “sin aceite” y “no comedogénicos”.
UTILIZA un limpiador suave y espumoso, uno demasiado fuerte puede irritar la piel y provocar una mayor producción de aceite. NO uses limpiadores a base de aceite o alcohol.
APLICA crema hidratante diariamente, es importante para mantener la piel hidratada. Busca una que también contenga un protector solar de amplio espectro con un FPS de 30 o más.
SÍ usa protector solar al aire libre, esto ayuda a prevenir el daño solar que podría provocar arrugas, manchas e incluso cáncer de piel. Busca que contengan óxido de zinc y dióxido de titanio, y no uses uno que tenga fragancias o aceites.
NO te toques la cara durante todo el día, hacerlo puede esparcir suciedad, aceite y bacterias de las manos a la cara. Asegúrate de que tus manos estén limpias primero.
Con información de GQ