Médicos mexicanos ofrecen consultas cibernéticas a través de un robot para evitar el riesgo de contagio del nuevo coronavirus (COVID-19), enfermedad que ya ha cobrado la vida de 3.160 personas en México.
La máquina cuenta con un altavoz, seis micrófonos y opera en el área de terapia intensiva del Hospital San José del Tecnológico de Monterrey, considerado uno de los nosocomios más modernos y equipados del país latinoamericano.
“El robot atiende a todas las personas aisladas por coronavirus para evitar contagios entre el personal médico y para tener contacto en tiempo real con el paciente”, explicó a Xinhua la directora Médica y de Institutos TecSalud, Alma Rosa Marroquín. A-NIMO, llamado de esta forma para dar energía moral a los pacientes, mide 1,6 metros de altura y se desplaza a diario por toda el área de terapia intensiva para ir interactuando con el personal del hospital que se encuentre en el camino.
Al entrar a la habitación, el paciente puede ver una cara amable que, sin necesidad de usar una mascarilla, le explica cuál ha sido su evolución. “Lo utiliza el médico de cabecera, los psicólogos, nutriólogos, etcétera, así evitamos el contagio y se le da una mayor calidad en la atención al paciente”, detalló Marroquín.
El especialista puede controlar al robot desde una computadora y dirigir sus desplazamientos a través del movimiento del ratón de computadora. “Se puede manejar como si se tratara de un dron y pueden intervenir múltiples expertos con ayuda de la tecnología”, refirió.
Esta herramienta, apuntó Marroquín, permite hacer hasta 20 consultas por día cara a cara entre médicos y pacientes sin estar en la misma habitación e incluso estando a kilómetros de distancia.
Se tiene al robot en el área de cuidados intensivos pues sabemos que tener una enfermedad nueva como esta genera mucha angustia y estar en contacto con diversas personas les dará tranquilidad a los pacientes.
A-NIMO también cuenta con sensores de movimiento que le ayudan a moverse libremente dentro de las habitaciones de los pacientes y su batería tiene una duración de hasta ocho horas continuas. Además, el robot acumula otras ventsajas: evita que haya un flujo importante de personas dentro de las áreas de terapia intensiva y el material del que está hecho puede ser sanitizado de la misma manera que se hace con camillas, monitores y equipo médico.
“Tratamos de dar un toque más humano a cada paciente y pensar también en sus necesidades de comunicación en esta contingencia sanitaria”, agregó la experta mexicana. Los casos confirmados de COVID-19 en México llegaron a 31.522 con 3.160 fallecimientos, según el reporte más reciente de la Secretaría de Salud.
Con información de Debate