El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en administraciones anteriores “había todo un plan” para llevar a la quiebra a la Comisión Federal de Electricidad.
Durante su conferencia de prensa, el mandatario explicó que “empresas particulares que vendían energía eléctrica a la CFE tenían más privilegios que la propia CFE”.
“Que me digan si con la reforma energética bajaron precio de la luz, al contrario. Entonces, yo hice el compromiso de que no íbamos a modificar las llamadas reformas estructurales, en particular la energética, y lo voy a cumplir”, dijo.
López Obrador descartó que se trate de “nacionalizar o estatizar” a la industria energética, ya que no se le quitan los contratos a las empresas que los adquirieron con anterioridad.
“Lo que estamos haciendo es poniendo orden y acabando con la corrupción que existía en la CFE”, afirmó.
La Secretaría de Energía publicó la noche del viernes una disposición que da al gobierno más margen para controlar el proceso de aprobación de nuevos proyectos de energía renovable, enfureciendo aún más a aquellos que sienten que el gobierno está violando las reglas ya establecidas para las empresas privadas.
López Obrador rechazó las críticas a las políticas del gobierno.
El mandatario dijo que quería nivelar las reglas del juego en un sector que durante demasiado tiempo ha favorecido intereses privados.
Esta política dio pie a una batalla legal, ya que un juez suspendió provisionalmente una orden gubernamental que congeló la apertura de nuevas plantas de energía renovable y provocó quejas de algunos de los principales aliados de México, incluyendo la Unión Europea.
Con información de Forbes