La pandemia de Covid-19 modificará muchas de las costumbres que teníamos, y mientras algunas dependen de esfuerzos individuales, otras trastocarán no solo las relaciones, sino también los espacios y hasta las dinámicas de trabajo. Y las oficinas serás ejemplo de ello.
Aunque muchas personas seguirán trabajando desde casa para evitar las aglomeraciones, muchos sectores requerirán volver a sus espacios de trabajo, ya sea por mejores herramientas de trabajo o por mantener la interacción necesaria para detonar la creatividad en su trabajo.
Los principales ajustes que se darán en estos centros de trabajo tendrán impacto no solo en la distancia entre personas y el posible fin de las juntas (al menos las presenciales, aún tendrás que afrontar al menos en línea esos encuentros que pudieron ser un correo electrónico), sino también en la forma en que se vive a su interior.
Algunos cambios considerados necesarios para reducir los riesgos de contagio son el establecimiento de rutas para entrar y salir a áreas comunes con el fin de evitar aglomeraciones en vestíbulos y accesos, así como el regreso a espacios privados, de acuerdo con Lorena Fuertes, directora ejecutiva de representación de inquilinos y propiedades en arrendamiento de la consultora inmobiliaria JLL.
“Hay que planificar y gestionar la congestión de personas en áreas comunes, entradas, vestíbulos, y vamos a tener que redibujar los planos del layout o inclusive reconfigurar el mobiliario. Las reuniones habrá que mantenerlas usando tecnología, sin embargo, las que no se puede llevar de esa manera siempre mantener la distancia sana”, explicó durante un webinar.
En un ejercicio realizado por JLL para sus propias oficinas, se diseñó la distribución para mantener la distancia entre empleados en las estaciones de trabajo, dejando espacios vacíos entre cada persona, además de que las salas de juntas pequeñas se convirtieron en nuevas estaciones. Además se mantendrán cerradas esas salas y espacios diseñados para el convivio de empleados
“Se ha determinado una ruta de ingreso y de salida de los espacios y oficinas, esto con el fin de evitar las aglomeraciones en espacios como los vestíbulos, recepción, cafetería”, detalló Fuertes.
Edificios wellness
En los protocolos de seguridad sanitaria que difundió el gobierno federal a principios de semana, se estableció que las medidas para regresar a la normalidad incluían la vigilancia de la temperatura de los empleados así como el otorgamiento de equipo de protección e insumos de sanitización en las instalaciones.
De acuerdo con la especialista de JLL, los espacios físicos pueden proveer algunas de estas garantías de seguridad a la par que tendrán que mejorar sus servicios en aspectos como la ventilación y el cuidado del aire y contar con facilidades como tecnología sin contacto en ascensores, manijas y accesos dentro del inmueble.
“Hay que implementar la tecnología que podría ayudar a monitorear el acceso y la densidad del edificio e inclusive la salud de los visitantes o empelados”, acotó.
Para ello, mencionó que la certificación WELL será una nueva demanda para los propietarios de inmuebles, con el fin de garantizar el bienestar de los empleados mediante la vigilancia de aspectos como el agua, el aire, el comfort, la nutrición, la iluminación, el acondicionamiento físico y los aspectos que pueden afectar la salud mental de las personas en los edificios.
“En la última década lograr la certificación LEED (eficiencia energética) había sido una prioridad; sin embargo hoy y a raíz de la pandemia, van a tener que ir los propietarios más allá y conseguir el certificado de Wellness y entender lo que significa un edificio saludable”, comentó.
De acuerdo con el sitio oficial del certificado WELL, en México solo hay 22 edificios con este distintivo de los más de 4,200 en todo el mundo.
Con información de Forbes