El vocero del gobierno ruso, Dmitry Peskov, quien completó el tratamiento por COVID-19, pidió a los rusos incrédulos del peligro de la enfermedad, que estén más atentos a la información luego de conocerse que un tercio de la población del país la considera una invención.
Una encuesta de la capitalina Escuela Superior de Economía arrojó que 32.8 por ciento de entrevistados afirmó que el peligro de la COVID-19 es exagerado o incluso lo considera una invención.
Ante esos resultados, el vocero presidencial señaló que se trata de un resultado que viene de la “falta de voluntad, de leer, de ver cuántas personas están enfermas”.
“En este caso, solo quiero desear una actitud más atenta a toda la información, más confianza. Esta cosa es real, enfatizó quien el pasado 12 de este mes anunció que lo había contagiado el SARS-CoV-2 y había desarrollado la enfermedad”, informó la agencia rusa Itar Tass.
Varios funcionarios del gabinete del presidente Vladimir Putin han contraído la enfermedad, como el primer ministro Mijáil Mishustin o los ministros de Construcción y Cultura, Vladimir lakushev y Olga Liubimova, respectivamente.
En las pasadas 24 horas se diagnosticaron ocho mil 371 nuevos casos de la enfermedad en todo el país, con lo que el total de infectados llegó a 379 mil 051.
La encuesta difundida por el grupo de medios ruso RBC este jueves, también arroja que el comportamiento de los rusos que minimizan la enfermedad es diferente del adoptado por quienes reconocen su gravedad.
De quienes dudan del padecimiento, 43 por ciento visita a familiares y más de la mitad sale a caminar, y tres cuartas partes de los escépticos están convencidos de que era innecesario el régimen de aislamiento.