Nuestros armarios están compuestos de una cantidad de prendas dañinas para el ambiente. Te decimos cuáles son las telas más sustentables.
Al pensar en telas sustentables, vale la pena ahondar en nuestros armarios. De este modo, quizá nos llevemos la sorpresa que tenemos varias prendas cuyas telas son altamente contaminantes. Seamos realistas, por muchos años nos hemos visto influenciados por diversos factores de alto consumo y hasta hace unos años comenzamos a reconocer y tener conocimiento de dónde provienen nuestras prendas y las telas con las que son hechas.
La industria de la moda ha tomado varios e importantes pasos sobre su impacto ambiental. La conservación animal y de recursos naturales, así como la innovación para la creación de telas recicladas, ha sido prioridad de muchas marcas de lujo. Sin embargo, cuando se trata de viejas prácticas, los consumidores también tenemos mucho que aprender. Sabemos que el denim es una de las telas más contaminantes para nuestro planeta. México, por ejemplo, es uno de los grandes productores de mezclilla en América Latina y un proveedor muy importante para el mercado de Estados Unidos y por ello, cada vez más se busca aminorar dicho impacto debido al gran volumen que se produce. No obstante, también hay otras telas que abundan en nuestros guardarropas y cuyo impacto para ambiente es alto. Te decimos cuáles son las telas sustentables con el ambiente y cómo las puedes incorporar en tu armario.
La conservación animal y de recursos naturales, así como la innovación para la creación de telas recicladas, ha sido prioridad de muchas marcas de lujo.
Algodón reciclado
El algodón convencional es una de las telas que requiere un mayor uso de productos químicos y de agua. También sabemos que este es uno de los materiales más básicos que viven en nuestros armarios– en camisetas, blusas y pantalones–. Lo esencial es comenzar a evitar a toda costa el algodón convencional y reemplazarlo, en medida de lo posible, por algodón reciclado, el cual se elabora con residuos de algodón post industriales y de post consumo. Opciones como H&M tienen colecciones sustentables y reciben sus propias telas para ser recicladas.
El algodón reciclado está hecho de residuos de algodón post industriales y de post consumo.
El poliéster domina en la industria textil con un 60% de la confección de nuestras prendas. Así, este material es la opción menos sostenible que podrás encontrar ya que es un producto fabricado a partir de petróleo crudo. Sin embargo, en la actualidad existe un poliéster derivado de botellas de plástico recicladas que poco a poco comienza a ser utilizado por las marcas de moda para la creación de las prendas más básicas de nuestro guardarropa. En 2019, Ralph Lauren lanzó una colección de su icónica playera polo hecha de botellas de plástico y teñida a través de un proceso que no utilizaba agua.
Tencel
El tencel es una fibra de madera procesada hecha del árbol del eucalipto. La energía utilizada para cultivar, producir y fabricarla resulta ser 100% renovable y además, ocupa un 85% menos de agua. Además, el Tencel tiene propiedades antibacterianas y de absorción de la humedad por lo que tiene muchas ventajas en la incorporación de ropa deportiva. Aunque es una fibra que aún no está completamente al alcance de todas las firmas de moda, cada vez más marcas sustentables la comienzan a explorar.
Lino orgánico
Esta fibra tiene propiedades de absorción de la humedad. Sin embargo, el lino no siempre es una tela orgánica ya que para su tratamiento son usados una variedad de herbicidas y productos químicos. El lino está hecho a partir del tallo de la planta de lino y cuando no se trata (es decir, cuando no se tiñe) puede llegar a ser completamente biodegradable. Por ello, se han creado procesos más ecológicos para su tratamiento que evitan la contaminación del agua asociada con creación.
Blusa de lino de Casilda Mut
Lana
La lana puede ser una tela muy amigable con el medio ambiente pero su huella de carbono, es decir, todo lo que contamina en el proceso, es alto–. Según la plataforma Good On You, el 50% de la huella de carbono de la lana proviene de las propias ovejas. No obstante, las ovejas generalmente se crían en tierras no cultivables, lo que requiere menos recursos. La ventaja de la utilización de esta tela es que es biodegradable, es decir, una vez terminado su uso puedes enterrarla en el suelo –es importante quitarle todos los elementos que no sean de lana, por ejemplo, cierres, botones y otras telas– y eventualmente se convertirá en abono.
Con información de Vogue