Una activista china evitó su dramático final y pudieron ser liberados.
La buena noticia es que han sido liberados y que grupos de voluntarios chinos están ya trabajando para la reubicación de todos y cada uno de los gatos, cerca de un millar, que estaban en esta dramática situación. Han sido vacunados y desinfectados todos y cada uno de ellos y tendrán una nueva vida en hogares con personas que aman a los animales.
La mala noticia es que esto no es la primera vez que sucede y podría seguir sucediendo. Los animales estaban amontonados en jaulas, preparados para entrar en el mercado alimentario. En esta ocasión el suceso tuvo como escenario la ciudad de Linfen, en la provincia de Shanxi, en China.
«Mirad estos pobres gatos, hay más de mil aquí, esperando a ser servidos como comida en la mesa», denunció una activista, que los medios han identificado como señora Li, a través de Weibo, conocida red social en aquel país. Su llamada generó una rápida respuesta por parte de otros activistas que unieron esfuerzos para rescatar a los gatos y alertar a las autoridades sobre el suceso.
Hay que recordar que las prohibiciones oficiales para el consumo de perros y gatos en China avanzan lentas, pese al cambio de actitud de las administraciones al respecto. Las ONGs ven con optimismo el giro legal, pero advierten que todavía no hay una prohibición estricta.
Con información de Diario Eco