El presidente Cyril Ramaphosa dijo el domingo que Sudáfrica volverá a prohibir de inmediato la venta de alcohol para reducir el volumen de pacientes por traumatismos y facilitar con ello que los hospitales tengan más camas disponibles para atender a enfermos de COVID-19.
Ante el aumento de hospitalizaciones debido al coronavirus, el país también volverá a implementar un toque de queda nocturno con el fin de reducir los accidentes viales y obligará a todos los residentes a usar mascarillas en público.
En un discurso televisado por la noche a nivel nacional, Ramaphosa dijo que altos funcionarios de salud advierten de la inminente escasez de camas de hospital y oxígeno médico conforme Sudáfrica llega al pico de casos por COVID-19, que se prevé ocurra entre finales de julio y septiembre.
“Algunos hospitales han rechazado a pacientes por falta de camas”, agregó.
El rápido incremento en Sudáfrica en los casos reportados ha convertido al país en una de las zonas críticas de contagios de COVID-19 del mundo, siendo ahora la novena nación más afectada por la enfermedad, según la Universidad Johns Hopkins.
El país ha reportado aumentos de más de 10,000 casos confirmados durante varios días, y el incremento diario más reciente fue de casi 13,500.
Sudáfrica tiene 40% de todos los casos confirmados en el continente, con 276,242, un aumento de 12,058 en un día.
“La nación africana ha registrado 4,079 muertes, 25% de las cuales han sido en la última semana”, informó Ramaphosa.
“Aunque se preveía el aumento en las infecciones, la fuerza y la velocidad en que ha avanzado ha, de forma muy comprensible, causado mucha preocupación”, agregó. “Muchos de nosotros tememos el peligro que representa para nosotros, y para nuestras familias”.
Ramaphosa dijo que, desde que se volvió a autorizar la venta de alcohol en junio, los hospitales han experimentado un incremento en las admisiones en sus pabellones de traumatismos y urgencias.
Sudáfrica impuso una de las cuarentenas más estrictas del mundo en abril y mayo, al cerrar prácticamente todas las minas, fábricas y negocios, y prohibir la venta de licor y cigarrillos.
Las medidas ralentizaron la propagación del coronavirus, pero la economía sudafricana, que ya estaba en recesión, se contrajo drásticamente, incrementando el desempleo por arriba del 30% y el hambre.
Los 54 países de África han reportado 577,904 casos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del continente.
Los confirmados se concentran principalmente en cuatro países — Sudáfrica, Egipto con 81,158 casos, Nigeria con 31,987 y Argelia con 18,712 –, que juntos representan más de 65% de los casos del continente.
Se cree que la cifra real en África es mucho más elevada, ya que la tasa de realización de pruebas es muy baja en muchos países.
Con información de AP