A pesar de las declaraciones del Pentágono de que disolvió un programa una vez encubierto para investigar objetos voladores no identificados, el esfuerzo sigue en marcha, renombrado y escondido dentro de la Oficina de Inteligencia Naval, donde los funcionarios continúan estudiando encuentros desconcertantes entre pilotos militares y objetos voladores no identificados (OVNI)
El mes pasado apareció un informe del comité del Senado que describe el gasto en las agencias de inteligencia de la nación para el próximo año.
El informe dice que el programa, la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados, era “estandarizar la recolección e informes” sobre avistamientos de ovnis, y que debía informar al menos algunos de sus hallazgos al público cada seis meses.
Si bien los funcionarios retirados involucrados en el esfuerzo, incluido Harry Reid, el exlíder de la mayoría en el Senado, esperan que el programa busque evidencia de vehículos de otros mundos, su enfoque principal es descubrir si otra nación, especialmente cualquier adversario potencial, está utilizando tecnología de aviación emergente que podría amenazar a los Estados Unidos.
El senador Marco Rubio, el republicano de Florida que es el presidente interino del Comité Selecto de Inteligencia del Senado, dijo a un afiliado de CBS que estaba principalmente preocupado por los informes de objetos voladores no identificados sobre bases militares estadounidenses, y que estaba en el interés del gobierno saber quiénes son los responsables.
Expresó su preocupación de que China, Rusia o algún otro adversario haya dado “algún salto tecnológico” que “les permita llevar a cabo este tipo de actividad”.
Rubio dijo que algunos de los vehículos aéreos no identificados sobre bases estadounidenses posiblemente exhibieron tecnologías que no están en el arsenal estadounidense. Pero también señaló: “Tal vez haya una explicación algo aburrida para ello. Pero tenemos que averiguarlo.
Con información The New York Times