En Estados Unidos, la polarización marca la postura entre autoridades federales y locales, luego de dos meses de protestas antiracistas y contra la brutalidad policiaca en Portland y otras ciudades, luego del asesinato de George Floyd.
Alcaldes de Portland, Chicago, Seattle, Albuquerque y Washington DC pidieron al Congreso declarar ilegal el despliegue de agentes federales sin uniforme ni distintivos de identificación.
Pero el fiscal general, William Barr, dijo este martes ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes que las protestas violentas no tienen relación con el movimiento antirracista y defendió la ofensiva contra quienes llamó alborotadores y anarquistas.
“La situación actual en Portland es un ejemplo revelador. Todas las noches durante los últimos dos meses, una multitud de cientos de alborotadores han asediado el Tribunal Federal y otras propiedades federales cercanas. Los alborotadores han venido equipados para la lucha”, señaló William Barr, fiscal general de EU.
Con información de Once Noticias