Pequeñas acciones pueden hacer grandes cambios, siempre y cuando este presente la constancia. Unos de estos cambios puede ser algún habito que tengamos en la alimentación. En esta nota veremos trucos infalibles para comer saludable sin esfuerzo.
Puede ser una lucha diaria o hacerlo mas sencillo, en un camino hacia un estilo de vida saludable, que se disfrute día a día y de una manera efectiva.
1. Hacer uso de la ilusión óptica:
La ilusión de Delboeuf explica como se juzga el tamaño de unos círculos de una idéntica medida cuando son rodeados de un circulo de mayor tamaño. El espacio vacío alrededor del círculo, hace que su contenido luzca mas pequeño de lo que parece.
Podemos beneficiarnos de esta ilusión a la hora de servir alimentos. Si servimos una porción en un plato pequeño, y servimos la misma porción en un plato mas grande, podemos hacer una estimación inexacta de la porción y por consecuencia, tenderemos a comer más de lo necesario. “El plato es grande y se tiene que llenar”
La solución es conocer las porciones y servirlas en platos pequeños. Pero, ¡alto!, aún no guardes los platos grandes, estos úsalos para servir verduras, de esta manera estarás alentando su consumo, mientras la comida menos saludable, la sirves en platos pequeños.
2. Ajusta los “gatillos”
Los hábitos pueden llevarnos al éxito o al fracaso. Los hábitos forman un ciclo repetitivo. Analiza en que momento entra el descontrol y modifica la rutina. Por lo regular un hábito inicia con un detonante, después sigue una rutina y finalmente una recompensa.
Por ejemplo, llega el aburrimiento, me dirijo a la cocina, abro un alacena y aplaco mi aburrimiento con algo delicioso que encontré.
La mayoría de las recompensas para un patrón de comer no saludable, están unidas a la satisfacción que producen en nuestras papilas gustativas. Es por esto que se repite una y otra vez el ciclo.
La mejor forma de romper un mal hábito es reemplazándolo por una nueva rutina para generar un ciclo. Puede resultar difícil cambiar las galletas y demás botanas por una pieza de fruta o jugo de verduras. La solución esta en reducir la exposición a los “gatillos” que detonan una reacción. Aleja los alimentos no saludables de tu vista y coloca mejores opciones a la vista. Por lo regular siempre se nos antojan las botanas y bollería cuando las vemos.
Otros consejos para este punto:
- Cuando vayamos al supermercado, hacer nuestras compras alrededor, en el área de frescos. En el centro se encuentran todas las tentaciones que inevitablemente ocuparan lugar en ele carrito.
- Si llegaras a comprar alguna botana, guárdala dentro de una alacena, que no este a la vista.
- Guarda frutas y verduras en contenedores transparentes dentro del refrigerador, de esta manera serán un recordatorio de comerlas.
3. Cambia tu estilo de vida en vez de cambiar tu dieta
Uno de los factores clave del por que muchas personas fallan a la hora de perder peso es que ven la perdida como un evento único. El proceso de perder peso lleva su tiempo y no es cuestión de un día, un fin de semana o una semana de dietas milagro, suplementos mágicos y ayunos, que eliminen toda una vida de comer mal, dormir mal, e inactividad permanente.
Es por esto que resulta una mejor opción cambiar el estilo de vida y no ver el proceso como una dieta. Programa un plan de ejercicio, toma mejores decisiones al elegir tus alimentos, modifica hábitos tóxicos y vive con optimismo. En poco tiempo notarás resultados que se reflejaran en cuerpo, mente y alma.
Con información de MSN