El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró este lunes que en México había un “narcoestado” y que el gobierno estaba “tomado” porque los responsables de la seguridad estaban al servicio de la delincuencia.
Se refirió al caso del exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, acusado de estar vinculado al Cártel de Sinaloa, y reiteró que el actual titular de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, tiene instrucciones desde hace meses de no se permita que trabajen en el actual gobierno personas que se hayan desempeñado en algún cargo en el tiempo en que García Luna fue funcionario.
“Llegó a hablarse de un narcoestado y yo sinceramente en ese entonces pensaba que no era correcto clasificar de esa manera al Estado mexicano, pero luego con todo esto que está saliendo a relucir, pues sí, se puede hablar de un narcoestado”, manifestó durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
Agregó que el gobierno estaba “tomado”, pues quienes tenían a su cargo combatir la delincuencia estaban al servicio de ésta.
“Mandaba la delincuencia, tenía una gran influencia la delincuencia, era la que decidía a quién perseguir y a quién proteger, entonces sí, esto tiene que atenderse para que no se repita nunca jamás, tiene que haber una línea divisoria una frontera entre autoridad y delincuencia”.