Los deportes también son un campo de batalla por la igualdad para las mujeres en el que han ganado espacio, pero queda mucho por hacer
Los deportes no están inmunes al tema de la igualdad de género y la equidad entre mujeres y hombres. Incluso en los Juegos Olímpicos, la trayectoria de la mujer ha sido muy diferente a la de los hombres. Desde su primera edición, en 1896 y gracias a la insistencia del Barón de Coubertin, lo que se presentaba como ideales olímpicos eran la paz mundial, la hermandad y la educación integral… Pero las mujeres quedaban fuera de aquello de “Citius, Altius, Fortius”, que incluso identificaba el evento con lo que era el ideal masculino en el deporte. Hasta en mismo Coubertin, un misógino de estatura olímpica, veía como antiestética e incorrecta la presencia femenina en un estadio, incluso como espectadoras.
Pero la fuerza de la mujer se puso de relieve con la protesta de la corredora griega Stamata Revithi, que insistió correr en la maratón con los hombres y, al negársele hacerlo, igual hizo su carrera ella sola al día siguiente de la clausura, como señal de protesta. El resultado fue que en la siguiente edición, en París, se incluyeron competiciones femeninas de golf y tenis, y mixtas en vela, croquet e hípica. La primera medalla de oro femenina de la historia la ganó la inglesa Charlotte Cooper, mientras que la suiza Helene de Portalés lograba otra medalla, pero compartida con su marido. La gran líder de la igualdad de género en el deporte fue Alice Milliat, quien fundó en 1921 la Federación Internacional del Deporte Femenino en 1921, y ejerció una influencia decisiva para que el Comité Olímpico incluyera, en 1928, las pruebas de atletismo femeninas en el programa olímpico.
[#EllasTambiénJuegan y el gol histórico narrado por una mujer]
A las alturas del siglo XXI, en Sidney 2000, el deporte femenino representaba el 40% del programa olímpico, y en Londres 2012 prácticamente se alcanzó la paridad, pero eso que se ve como grandes logros a nivel de las Olimpiadas, no quiere decir que todo esté como debiera. La realidad es que en más de un 30%, las mujeres siguen percibiendo menos dinero que los hombres.
Esa diferencia crece si agregamos la suma total de dinero que reciben. La razón es que en 56 deportes a nivel global, de los cuales 35 entregan premios monetarios, el al menos 10 hay una marcada desigualdad entre géneros. Y de todos los deportes, la mayor discriminación se ve en el fútbol. En deportes como el tenis, la diferencia es un poco menor y las deportistas se convierten en grandes figuras mediáticas, en algunos casos a la par de los hombres.
Lorena Ochoa
En el caso del golf, donde la mexicana Lorena Ochoa fue la primera mujer en ganar un torneo de en el St. Andrews, de 2007, se ha ido también cerrando la brecha, aunque sigue habiendo desigualdad. El balance entre los géneros comenzó a equilibrarse en el golf desde que en el Abierto de Estados Unidos de tenis, en 1973, se decidió repartir los mismos premios entre hombres y mujeres tras una campaña impulsada por la estadounidense Billie Jean King y otras ocho jugadoras.
Además del tenis y el golf, otros deportes que han ido igualando el rasero para las mujeres han sido el atletismo, el patinaje, el tiro y voleibol, pero la realidad es que aún existe una brecha, que todos somos responsables a la hora de cerrar. Una buena noticia llegó con el anuncio de la incorporación de 5 pruebas femeninas y 6 mixtas, entre 15 nuevas disciplinas en las que se competirá en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a celebrarse ahora en 2021 por la pandemia del Coronavirus. El Comité Olímpico Internacional, COI, ha reconocido que su objetivo es “aumentar la participación femenina y conseguir la paridad entre hombres y mujeres”. Cuando finalmente se realicen estos Juegos Olímpicos, en 2021, será la celebración deportiva con mayor participación femenina en la historia. Ellas representarán el 48.9 porciento, con respecto al total de deportistas.
Con información de GQ