Mientras el Coronavirus sigue cobrando la vida de miles, muchos aún siguen creyendo la desinformación que se propaga en Internet.
Más que una pandemia por Coronavirus, se está viviendo una “infodemia”, según la Organización Mundial de la Salud, la cual señala la “epidemia” de desinformación que se está presenciando en Internet y que se “propaga tan rápido como el virus”. Esto incluye noticias falsas o teorías de conspiración que afirman que el Coronavirus no existe, que sus daños no son tan severos, o que todo es un engaño del gobierno para –de alguna forma– controlar a la población. Y aunque se pensaría que compartir y promover estas ideologías no es peligroso, miles de personas han sido hospitalizadas como consecuencia de su falta de protección y de real entendimiento sobre el peligro de la pandemia.
Un estudio publicado en el Diario de Medicina e Higiene Tropical de Estados Unidos señala que al menos 5 mil 800 personas han sido ingresadas al hospital “como consecuencia de información falsa en redes sociales”. De forma específica, los afectados fueron personas que tomaron metanol, o productos de limpieza basados en alcohol creyendo que el virus iba a ser eliminado si los consumían.
De acuerdo con el reporte, las víctimas habían seguido consejos publicados en internet sin sustento real científico. Algunos comieron altas cantidades de ajo o de vitaminas, como una forma de “prevenir la infección”, e incluso hay reportes de algunos tomaron orina de vaca pensando que les ayudaría a no contagiarse del Coronavirus, teniendo efectos severos en la salud de los ciudadanos.
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Desde el inicio de la pandemia se ha compartido desinformación no sólo de ese tipo, sino que se comparten datos que minimizan la pandemia o que incluso presentan información que puede ser peligrosa para otras personas, como los profesionales de salud.
En India y México ha habido casos de ciudadanos que han atacado a trabajadores de salud porque creen que transportan el Coronavirus, o que “lo llevaron a una zona para contagiar a los pobladores”, además de que en otros países se han registrado casos de personas que atacan o amenazan a trabajadores de telecomunicaciones porque creen que las antenas 5G propagan el Coronavirus, lo cual es absolutamente falso.
Tal como señala la BBC, aunque los líderes tecnológicos encargados de la información que se promueve en Internet (como Facebook y Twitter) han afirmado tomar acciones en contra de este tipo de información, no han hecho lo suficiente para eliminarlo.
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Entre otras creencias se encuentra la idea de que Bill Gates quiere instalar chips en las vacunas de Coronavirus, lo cual es falso.
Por otra parte, los daños mostrados en el estudio están vinculados con medicamentos no probados y sustancias peligrosas. Hace unos meses, el presidente Donald Trump sugirió en una conferencia de prensa que los médicos revisaran la posibilidad de que los desinfectantes tradicionales para el hogar puedan ser usados para eliminar el virus ya que había visto que se deshacían de determinado porcentaje de bacterias.
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Esto impulsó a que varias organizaciones de salud dieran declaraciones sobre los peligros de consumir dichos productos. Sin embargo, al poco tiempo se registraron hospitalizaciones por personas que tomaron desinfectantes o cloro, lo cual puede ser fatal en cantidades altas.
En Estados Unidos esta división y la forma en que muchas personas se aferran a la desinformación puede ser provocada por simples inclinaciones políticas. Muchos creen que los medios de comunicación y los críticos de Trump tratan de minimizar su poder y su conocimiento sobre el virus, así que prefieren creer la desinformación que a los medios y las autoridades de salud.
Esto sólo muestra un poco más del daño real del Internet como una plataforma que permite que cualquier voz tenga la misma validez. Fake news y teorías de conspiración viven junto a cualquier estudio médico o reporte, y depende de cada quien lo que decida creer.
Con información de GQ