Los tubos de lava bajo la superficie de la Luna y Marte son lo suficientemente grandes como para albergar bases planetarias a medida que la humanidad explore el espacio. Estas enormes cavernas están protegidas de la radiación solar, lo que las hace únicamente adecuadas para la vida humana, creen los científicos.
Los tubos de lava o tubos volcánicos, son cuevas subterráneas, usualmente con forma de túneles, formadas por una corriente de roca fundida que alguna vez corrieron entre sus paredes. Se trata de un tipo de cueva muy común en lugares con actividad volcánica y es muy probable que existan también en otros planetas y cuerpos celestes. Al día de hoy, se ha documentado su existencia en los cuerpos más cercanos a la Tierra: la Luna, Marte y Venus.
“Los tubos de lava más grandes de la Tierra tienen un máximo [aproximadamente] de 40 metros [130 pies] de ancho y alto. Así que como un túnel de autopista muy grande”, explica Riccardo Pozzobon, geólogo de la Universidad de Padova y coautor del estudio.
Pero en Marte, los tubos de lava tienden a ser aproximadamente 80 veces más grandes que los de la Tierra. Los tubos de lava lunares parecen ser aún más grandes, encontraron los investigadores, con sitios de colapso de 300 a 700 veces del tamaño de los de nuestro planeta.
De esta manera, dijo Pozzobon a WordsSideKick.com, un tubo de lava en la luna podría contener fácilmente una pequeña ciudad dentro de sus límites.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores examinaron tubos de lava en regiones diferentes de la Tierra: Hawái, las Islas Canarias, las Islas Galápagos, Australia e Islandia. También midieron el tamaño y recogieron la morfología de los tubos de lava colapsados de la Luna y Marte y compararon los datos.
Los tubos de lava son hábitats humanos atractivos por varias razones, incluida la protección contra los meteoros que no se queman tan fácilmente en las delgadas atmósferas marcianas y lunares, escribieron los investigadores. También es probable que contengan productos químicos útiles, como agua helada y productos químicos volátiles que se pueden utilizar para producir combustible. Pero quizá lo más importante es que la gruesa capa de roca subterránea puede ofrecer protección contra el factor número uno que obstaculiza la creación de bases permanentes: la radiación solar.
“Los tubos de lava podrían proporcionar escudos estables contra la radiación cósmica y solar y contra los impactos de micrometeoritos que a menudo ocurren en las superficies de los cuerpos planetarios. Además, tienen un gran potencial para proporcionar un entorno en el que las temperaturas no varíen entre el día y la noche”, comentó el autor principal del estudio, Franceso Sauro.
En opinión de los científicos, es probable que la menor gravedad en la Luna y Marte podría explicar por qué los tubos son significativamente más grandes que los que se observan en la Tierra.
Este estudio es más relevante teniendo en cuenta que diferentes agencias espaciales del mundo se encuentran realizando preparativos para un regreso a la Luna en los próximos años.
Con información de Sputniknews