¿Se puede quemar grasa sin tener que contar calorías?
¿Es realmente esto posible? Y he aquí lo que tienes que hacer para no traumarte si no las cuentas en el proceso.
Si te preguntas cómo quemar grasa sin estar registrando todo lo que comes, debes saber que la disminución de las calorías es la intervención no farmacológica más eficaz para atenuar el envejecimiento y la aparición de las enfermedades metabólicas que aparecen por un exceso en el peso y a consecuencia de la obesidad como tal.
¿Qué es la restricción calórica?
Según el artículo “Impact of calorie restriction on energy metabolism in humans” publicado en la revista Experimental Gerontology de Elsevier este año, la restricción calórica se define como una reducción sostenida en la ingesta en cuanto a los requerimientos energéticos previos a la intervención, con la finalidad de mantener un suministro de nutrientes suficientes para lograr una estabilidad en el peso. Obviamente el hacer esto resulta exitoso cuando tratas de bajar de peso. No de en balde contamos con ese famoso dicho de plantea que en boca cerrada no entran kilos, ¿no?
¿Porqué todos quieren bajar de peso restringiendo calorías?
Existe un famoso estudio llamado el “Minnesota Starvation Experiment” realizado a finales de la Segunda Guerra Mundial, que desde ese entonces ha sido conocido y citado como uno de los más importantes para evaluar los efectos mentales, físicos y sociales que tiene la restricción calórica dada por la poca ingesta de alimento. De hecho, se hizo una restricción aproximada del 40% en los sujetos que además de ser sometidos a un régimen dietético estricto, que es uno como el que se pudiera dar en condiciones de guerra (obviamente uno que conllevaba deficiencias nutrimentales), se vieron involucrados en otro de actividad física como parte del método. Como resultados obtuvieron una pérdida del 25% en el peso corporal de los cuales 70% tuvo que ver con la disminución de la masa grasa y el 30% restante por la reducción de lo que se conoce como la masa libre de grasa. ¿Interesante, no?
Come más proteína saludable
No te obsesiones por contar calorías
Entonces, si ya estás cansado de leer etiquetas, de tener que contabilizar todo lo que comes o de estar buscando listas y listas de alimentos con el más bajo aporte energético, te dejamos aquí estos consejos que sí funcionan para que también puedas quemar esa grasa de sobra (cuando haces ejercicio) y que llegues al peso que te has planteado como tu meta.
Ajusta tus porciones de alimentos
¡Sí, ahora en vez de comerte 5 tacos, échate 2 o máximo 3, o quítales una tortilla por lo menos! ¡Algo así!, es decir reduce tu ingesta conscientemente. Sigue comiendo todo aquello que te gusta pero bájale a las cantidades. De hecho si lo haces en un 20%, esto se verá reflejado en tu peso. Además, si comes fuera, considera que los platillos que te ofrecen son más porciones de las que usualmente comes, entonces ajusta también eso.
Come más proteína saludable
Mete más carnes magras como pescados o huevo que siempre resulta una buena opción. Además de que a mayor cantidad de proteína mayor quema de grasa, sentirás más saciedad. Sí, tal vez te sentirás un poco más pesado al comerla, pero también tu cuerpo demanda más gasto de energía para digerirla y los estudios han encontrado que la tendencia es que si aumentas su consumo a alrededor de un 30% (un patrón de dieta tradicional sería de un 15 a 20%), comerás menos calorías totales a lo largo de tu día.
Sustituye todas tus opciones de cereales a los de tipo integral
Mayor cantidad de fibra en tu dieta, más volumen en tu estómago y, por ende, menos espacio para comer de más otro tipo de alimentos. Esto no es gran ciencia, pero lo que también debes considerar es que también un mayor consumo de carbos refinados, se digieren y se absorben más rápidamente y si los comes de más seguro se convierten en triglicéridos que es como se acumulan las reservas de grasa en tu cuerpo.
¿Estás realmente presente al momento de comer?
¿Has visto esas imágenes del típico gordito comiendo frente al televisor? Esconden una realidad y no es solamente la que te imaginas de la persona sedentaria e inactiva. El hecho de no estar plenamente presente poniendo atención de lo que comes y cuanto ingieres te hace engordar. Es por eso que las tendencias nuevas del mindful y del intuitive eating son efectivas. Primero presta atención a si realmente estás hambriento. Después escoge sabiamente que comerás, no todo lo que se considera alimento nutre y deberás partir de ahí para después considerar cuánto de este es suficiente.
Escoge tus platillos y engaña a tu cerebro inteligentemente
Sí, a la vista pon tus platillos en trastes y utensilios más pequeños. Colocarás menor cantidad, pero como los servirás prácticamente llenos la info que mandarás a tu cerebro será que prácticamente estás comiendo más de lo usual. Psicológicamente hablando y en estudios esto ha funcionado bien. Aunado a ello, te proponemos que busques platillos que ya incluyan los 3 grupos de alimentos: proteína, grasas y carbos y de esta forma dejarás la vieja escuela de los tiempos en el menú. No más ensalada + sopa + guisado + guarnición + acompañamientos + bla bla bla. Un pozole y listo (montones de verdura, menor cantidad de carne y mucho menos de maíz para que puedas comer la tostada).
¡Pon hora de cierre a tu cocina!
Establece el momento del día en que dejarás de comer alimento, respeta esa regla y evita los munchies nocturnos. Si de plano esto es muy difícil para ti, te sugerimos metas bebidas no calóricas o infusiones por la noche que ocuparán volumen y servirán como distractores (obvio sin cafeína para que no interrumpas tu sueño) o bien, cepilla tus dientes para que estés menos propenso a comer o beber alimentos después de hacer esto.
Con información de GQ