La desconfianza es el principal sentimiento que una persona experimenta cuando descubre o le confiesan una infidelidad, junto con el miedo a la posible ruptura, tal y como explica Elena Cocho experta en terapia de pareja de Coaching-Gestalt. En su experiencia, afrontar una infidelidad es un proceso que en general causa bastante ansiedad. “La persona infiel suele sentirse bastante culpable y tener sentimientos de mucho reproche hacia lo sucedido”, aclara.
Al respecto, Carmen Cruz, psicóloga sanitaria experta en Coaching, especialista en Comunicación y miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, advierte que cada pareja es diferente, aunque reconoce que “es muy habitual que la persona que no esperaba una infidelidad por parte de su pareja y la descubre, o su pareja se la confiesa, se quede inicialmente en estado de shock”. Sobre qué sentimientos afloran en la persona que ha sido engañada, Cruz apunta que “a la sorpresa inicial seguramente le seguirá la rabia, el sentimiento de haber sido traicionado y los deseos de revancha contra su pareja. No tarda en seguirle la tristeza y a menudo, los sentimientos de poca valía personal, ya que con frecuencia la autoestima se ve muy dañada”.
Asimismo, Cruz pone de manifiesto que “en una pareja las dos partes son responsables de cuidar la relación y muchas veces la infidelidad es el gatillo que dispara una crisis que ya se estaba tejiendo hace tiempo, y que ninguno de los dos ha sido capaz de abordar hasta este momento”.
¿Es posible recuperar la confianza después de una infidelidad?
Ambas especialistas señalan que la confianza en una pareja no es fácil de recuperar y depende de cada persona. No obstante, si después de una infidelidad se decide continuar con la relación, será necesario que ambos trabajen a largo plazo con conversaciones orientadas a recuperar la intimidad de la pareja y, en consecuencia, recuperar la confianza mutua.
“La persona que ha sufrido la infidelidad necesitará que su pareja de algún modo recoja su dolor, y la que la ha cometido, que se la comprenda sin malignizarla, y que se vean también sus sentimientos y necesidades”, detalla la miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y subraya:
“Si esto se logra, y se comunican de forma auténtica, escuchando al otro y manteniendo los nuevos compromisos adquiridos, la confianza se irá restableciendo poco a poco, y la pareja podría salir incluso más reforzada que antes”.
Desde el punto de vista de la persona que ha sido infiel, Cocho expone que “esta persona más que tener afectada la confianza, suele estar confusa, ya que, puede no tener claro por qué ha sido infiel: ¿aburrimiento? ¿cansancio? ¿falta de deseo?” A su juicio, antes de plantearse cómo recuperar la confianza de su pareja, la persona infiel debe tener claro si quiere continuar o no con la relación. “Si la persona infiel está arrepentida y no quiere romper la relación entonces debe trabajar el perdón, restablecer la confianza y la construcción de un nuevo modelo de pareja”, añade.
Asimismo, la portavoz de Coaching-Gestalt indica que hay personas que no son capaces de restablecer la confianza en su pareja después de una infidelidad y, por lo tanto, cada uno debe valorar si puede o no perdonar y volver a confiar. “He visto a muchas parejas quedarse enganchadas en una espiral de desconfianza y culpa de la que no son capaces de salir y tampoco son capaces de romper la pareja”, resalta.
Cómo afrontar los sentimientos negativos
Más allá del sentimiento de desconfianza, como ya se ha mencionado, cuando se afrontar una infidelidad surgen otros sentimientos como el miedo, la rabia o la tristeza. ¿Cómo se deben afrontar? “Seguramente será necesario darnos tiempo antes de querer solucionar los problemas, ya que los sentimientos iniciales pueden ser muy intensos y dificultar mucho tanto el comunicarnos, como el poder pensar con claridad”, responde Cruz. Esta experta compara la infidelidad con un proceso de duelo que requiere tiempo, pero a la vez es “una oportunidad para que nazca la pareja real, la que queremos ser a partir de ahora, haciendo explícitos los acuerdos que queremos para nuestra relación”.
Para ambas psicólogas, el manejo de estos sentimientos -que no deben de calificarse como negativos según Cocho, ya que no hay unos que sean mejores que otros- pasa por restablecer la comunicación: hablar de lo sucedido y escuchar cómo se encuentra el otro. “Al principio es muy difícil y muchas parejas no pueden hacerlo solas ya que se enredan en un sinfín de reproches y necesitan un terapeuta de pareja que les ayude a canalizar el tsunami emocional que están viviendo”, considera Cocho.
En cualquier caso, Cruz advierte que es un momento muy delicado porque, si se decide continuar con la relación, “no podemos hacerlo como antes de la crisis, es necesario comunicarnos sinceramente, y reajustar nuestros compromisos, abordando los problemas de debajo de la alfombra, pero no mirando al pasado, sino al futuro”.
Actitudes que se deben evitar tras una infidelidad
Según estas especialistas, cuando una pareja decide continuar su relación después de una infidelidad se debe trabajar la comunicación y la confianza. Para ello, se aconseja evitar aquellos comportamientos que tienen su origen en la desconfianza y el miedo, tales como:
Fiscalizar y controlar 24 horas a nuestra pareja.
Prohibirle que haga determinadas cosas por celos.
Olvidar la confianza en uno mismo. “Cuando la confianza en la pareja se daña, a menudo la confianza en nosotros mismos también lo está y hay que trabajar en ello”, declara Cruz.
Recordar continuamente la infidelidad.
Hacer preguntas dañinas relativas a lo sucedido como, por ejemplo: “¿cómo fue?, ¿te gustó?”
En este punto, Cruz opina que “si como adultos hemos elegido seguir juntos en esta relación eso implica tener libertad para irnos si no estamos bien, las relaciones plenas sólo se pueden vivir desde la libertad. Si me siento en deuda con el otro no estoy libre, pero si me siento con derechos sobre el otro, tampoco”. Desde su perspectiva, el desequilibro en una pareja puede “dar lugar a juegos de poder que originan dependencia y sufrimiento”.
En el otro extremo, hay una serie de actitudes que sí ayudan a recuperar la confianza y superar una infidelidad: tener paciencia, amor, perdón, y apoyo mutuo, tal y como enumera Cocho. Y, ¿cuándo es necesario solicitar ayuda de un profesional? “Recomiendo que las parejas busquen terapia cuando desean estar juntos y no se sienten con recursos suficientes para poder superar este hecho traumático solos y también cuando se quiere separar y quieren entender qué ha pasado dentro del vínculo para que haya ocurrido la infidelidad y quieren separarse de forma armoniosa”, relata.
Sobre cuándo acudir a un experto, Cruz comenta que a menudo las personas piden ayuda muy tarde: “Animaría a ir en cuanto vean que no consiguen comunicarse bien, que no se sienten escuchados ni dispuestos a escuchar a su pareja y les gustaría hacerlo” porque de esta forma “se facilita la gestión de las emociones y se ahorra mucho sufrimiento innecesario”.
Con información de Cuídate Plus