Expertas como la Dra. Barbara Sturm, gurú del skincare y Charlotte Mensah, especialista en cabello natural nos comparten sus consejos para mantenernos frescas.
En muchos lugares del mundo, ésta es la época más calurosa del año. Por eso, créenos, no estás sola si te preocupa cómo proteger el cabello, si te cuesta trabajo dormir, si te sientes deshidratada o, quizás, todas las anteriores. Ya sea que estés de vacaciones o te hayas quedado en casa, nadie es inmune al calor ni a los rayos dañinos del sol.
Entonces, hemos recurrido a expertas en la materia como la Dra. Shelby Harris, psicóloga del sueño, y Rosemary Ferguson, líder en nutrición para hacerle la pregunta del millón: ¿cómo podemos protegernos? Ellas nos compartieron sus mejores consejos para cuidar tu cabello, piel, cuerpo y sueño durante el ardiente calor de este y todos los veranos.
Cómo proteger el cabello
La experta en cabello natural, Charlotte Mensah, asegura que ‘El calor directo del sol puede resultar extremadamente dañino para la salud general de tu pelo’. ‘El sol puede tener un efecto similar al de planchas y secadoras en el pelo, o al de lavártelo sin acondicionador. El cabello estival debería requerir pocos arreglos y cuidados’.
Mensah nos da varios consejos para minimizar los efectos dañinos del calor, la humedad y los rayos del sol:
1
Usa champú y acondicionador humectantes, esto ayudará a contrarrestar la deshidratación causada por el calor.
2
Una vez a la semana, dale un tratamiento intenso a tu cabello, con champú de limpieza profunda y una mascarilla revitalizante.
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Evita abusar de herramientas que utilicen calor, como planchas y secadoras, porque causan que el cabello se debilite y se queme.
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Busca productos con filtros UV, vitaminas y antioxidantes que le den a tu cabello un protección extra del sol.
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Usa sombrero o una mascada cuando te broncees.
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Apégate a productos ligeros que controlen el frizz.
Cómo proteger el cuerpo
‘Esto va para todas las devotas del sol: no vale la pena insolarse por un buen bronceado’, advierte Rosemary Ferguson, líder en nutrición. ‘El calor sostenido hace que se sobrecarguen los sistemas de tu cuerpo. Lo primero que se apaga es la capacidad de sudoración, lo que significa que nos cuesta trabajo enfriarnos. Eso es lo que sucede cuando la deshidratación se convierte en insolación’.
Para evitarlo, Ferguson recomienda lo siguiente:
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Los electrolitos son clave para la hidratación, pues reemplazan los minerales que se pierden con la transpiración. Puede que te sientas hidratada, pero si tus electrolitos no funcionan, no estás bien hidratada. Es bueno añadir una mezcla de electrolitos al agua: las hay en líquido y en polvo. A mí me gusta la de Seeking Health, o también puedes añadirle sal del Himalaya de calidad a tu agua.
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Es importante señalar que la hidratación también proviene de la comida. La sandía, el apio, la lechuga, el pepino, las fresas, las naranjas y los duraznos son buenas fuentes de agua.
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Descansa del sol, escucha a tu cuerpo cuando se abruma, busca un poco de sombra, rehidrátate y regresa después.
4
No dejes de tomar agua, no sólo cuando tengas sed.
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Báñate con agua fría para ayudar a tu cuerpo a regular el calor.
6
Ponte algo frío en las zonas que ayudan con el enfriamiento: las muñecas, el cuello, el pecho y las sienes.
Cómo proteger la piel
‘El verano es una temporada en la que tu piel se ve genial, pero de hecho es cuando más dañada está’, advierte la Dra. Barbara Sturm, gurú del cuidado de la piel y consentida de las celebridades. La exposición al sol puede envejecer tu piel, causar inflamación, acné y —en casos graves— hasta cáncer de piel; pero según Sturm, el calor también puede causar un exceso de grasa, sarpullido por calor, deshidratación, erupciones e irritación.
‘Toda la piel es sensible al calor de alguna forma’, continúa. ‘El calor puede desatar hiperpigmentación, sobre todo en piel rica en melanina. También puede inhibir la capacidad de tu piel de protegerse y repararse; reducir los niveles de antioxidantes y aumentar los de las proteínas que rompen la provisión de colágeno esponjoso de tu piel, lo que causa líneas delgadas y flacidez.
Para protegerte, la Dra. Sturm tiene los siguientes consejos:
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Es de especial importancia no usar estrategias de cuidado de la piel que contengan ácidos como el retinol cuando vas a exponerte al sol. Los ácidos destruyen la matriz de tu piel en vez de repararla, lo que debilita su capacidad natural de defenderse contra la exposición a rayos UV.
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Idealmente, necesitas ingredientes que calmen la irritación; combatan los radicales libres y el estrés oxidante de la exposición al sol y al calor, y te ayuden a reequilibrar e hidratar tu piel. El aloe vera es un ingrediente magnífico después de la exposición al sol. Tiene un efecto refrescante en la piel y contiene un amplio depósito de nutrientes, incluyendo vitamina A, C y E (que son antioxidantes), vitamina B12, ácido fólico, encimas, ácidos grasos y minerales como calcio, magnesio y zinc. Un remedio casero para las quemaduras causadas por el sol es ponerte pulpa refrescante de aloe tomada directamente de la planta [como en todos los tratamientos tópicos, hazte una prueba de alergias antes]. Cortas la punta de una planta y te untas la pulpa acuosa en la piel hasta tres veces al día para ayudar a que sane más rápido, y para aliviar la piel. Para mayor hidratación, lo mejor es licuarla con otros ingredientes benéficos, como aceites nutritivos.
3
En verano, me gusta guardar suero hialurónico en el refri, para que cuando me lo ponga al levantarme o después de pasar tiempo bajo el calor del sol, despierte mi piel con un estallido fresco de hidratación. Si de verdad hace mucho calor, también hago hielos de ácido hialurónico: nada más vacío una de mis ampolletas en una bandeja de hielos, la dejo congelar unas horas y luego me la aplico en la piel. Refresca e hidrata al instante.
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Cuando estés buscando protección solar, ignora el término engañoso ‘SPF’: no te dice nada sobre protección a los rayos UVA, que son tan peligrosos como los UVB y pueden penetrar por las ventanas de coches y casas. Mis Dr Barbara Sturm Sun Drops son un tratamiento híbrido de protección solar y cuidado de la piel que crea un escudo de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB, mientras le brinda a tu piel ingredientes curativos, hidratantes y antioxidantes.
Cómo proteger tu sueño
‘Cuando alguien con un buen sueño se mete a la cama, su temperatura corporal empieza a bajar ligeramente’, dice la Dra. Shelby Harris, experta en sueño. ‘Conforme pasa la noche, su temperatura sigue bajando, hasta aproximadamente dos horas antes de su hora de despertar usual. En resumen: tu cerebro tiene un termostato interno que baja la temperatura por la noche para que te dé sueño, y luego la eleva lentamente justo antes de que te despiertes por la mañana’. Sin embargo, durante los meses calurosos del verano, las cosas se descontrolan. ‘Estar en un cuarto caliente hace que al cuerpo le cueste más trabajo mantenerse fresco y hacer su trabajo, así que dormimos menos profundo y sudamos más de lo normal’.
¿Qué se puede hacer al respecto? Harris sugiere lo siguiente:
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Necesitamos un cuarto fresco para apoyar la disminución de temperatura natural de nuestro cuerpo. Si tienes aire acondicionado, ponlo a una temperatura cómoda, entre 15º y 22º. Si tú y quien duerme contigo tienen preferencias de temperatura bastante diferentes, sugiero que usen edredones o colchas separadas. Una persona puede usar una más pesada y la otra, una más ligera.
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Si no tienes aire acondicionado, abre las ventanas para que haya corriente, y usa un ventilador para que circule el aire.
3
Durante el día, mantén las ventanas cerradas y con persianas que bloqueen la luz y el calor, para que el aire y la luz del sol no calienten más el espacio.
4
Si vives en una casa de varios pisos, puedes dormir en la planta baja o en el sótano, porque el calor tiende a subir a los pisos superiores.
Con información de Vogue