La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, anunció este jueves (17.09.2020) que retira su candidatura para las elecciones, a un mes de los comcios del 18 octubre, en un intento por evitar el triunfo del izquierdista Luis Arce, delfín del exgobernante Evo Morales.
“Hoy dejo de lado mi candidatura a la presidencia de Bolivia para cuidar la democracia”, dijo Áñez en un video difundido a los medios.
“No es un sacrificio, es un honor”, aseguró Áñez, rodeada por su candidato a la vicepresidencia, el empresario Samuel Doria Medina, y otros aliados políticos.
En su mensaje explicó que tomó la decisión “ante el riesgo de que se divida el voto democrático entre varios candidatos y que a consecuencia de esa división el MAS (Movimiento Al Socialismo, liderado por Morales) acabe ganando la elección” del 18 de octubre.
“Si no nos unimos, vuelve Morales; si no nos unimos, la democracia pierde; si no nos unimos, la dictadura gana”, expresó la presidenta de 53 años, que asumió el mando en noviembre de 2019, tras la renuncia del líder cocalero en medio de protestas y denuncias de fraude electoral.
Morales critica
En una primera reacción vía Twitter, Evo Morales calificó la renuncia como “una doble traición a sus militantes y candidatos”, y aseguró que Áñez luego negociará “su impunidad”.
La mandataria interina llamó a una unidad contra el MAS, cuyo abanderado figura en primer lugar de los sondeos electorales.
Áñez abandonó la carrera electoral un día después de divulgarse una encuesta nacional de la fundación católica Jubileo que le asignaba el cuarto lugar, con apenas el 7% de la intención de voto.
Estaba por debajo de Arce (29,2%), del expresidente Carlos Mesa (19%) y del líder cívico regional Luis Fernando Camacho (10,4%), sin posibilidad de ganar ni de pasar a una eventual segunda vuelta.
Prometió dirigir un gobierno de transición con el fin de convocar a nuevas elecciones en 2020, pero en enero anunció su postulación, decisión que fue muy criticada por sus adversarios y algunos aliados.
Con información de DW