Estudio Ghibli, los Pitufos, Batman… Los fanáticos de cómics y animación pueden encontrar recintos únicos dedicados a este tipo de expresiones. Repasamos algunos de ellos.
Museos de cómics, manga y hasta de superhéroes… Era cuestión de esperar un poco a que dejaran de ser asunto del círculo geek y ahora han saltado al mainstream. Sus historias por igual han llegado al cine o videojuegos, y sin importar su origen, sus personajes se convierten en figuras coleccionables y algunos hasta son objetos de museos. Sí, museos. Recintos que llevan la afición a otro nivel y la elevan a fenómeno de culto.
Se extienden a lo largo de distintas latitudes celebrando a los creadores y mucho reuniendo objetos únicos. Repasamos los museos de anime, cómics y manga, figuras y anime debe conocer alguna vez en su vida.
Museo Ghibli, Japón
Ubicado en Mitaka a las afueras de Tokio, este recinto es un lugar dedicado al universo creado por Hayao Miyazaki, el fundador de los estudios Ghibli que ha sido conocido como el Walt Disney de Japón. La experiencia de visita comienza en cuanto se pone un pie en el pueblo de Mitaka, que traslada al visitante a un universo similar al que el estudio plasma en cintas como el de “El Viaje de Chihiro” o “Mi Vecino Totoro”, pues todas las señalizaciones incluyen referencias a sus personajes.
El museo es un lugar de fantasía donde las fotos y el video están prohibidos, lo que obliga al espectador a adentrarse en el universo de las películas de Ghibli y apreciar las figuras modeladas en 3D que han servido de referencia para dar vida a las aclamadas cintas del estudio como “Porco Rosso” y “la Princesa Mononoke”. Cada espacio alberga una temática distinta y se incluyen bocetos y materiales inéditos. El gatobús gigante de Totoro (al que solo los niños se pueden meter) es una gran tentación para romper la norma de no tomar fotos.
La magia del lugar se extiende al jardín, el único lugar fotografiable, donde una replica del robot de “Laputa” protagoniza el espacio. Los boletos se tienen que conseguir con anticipación pues no se venden en taquilla y para visitantes internacionales solo se ponen a la venta cantidades limitadas.
Se trata de una de las joyas ocultas a las orillas de Osaka y Si en tu infancia creciste con Astroboy, la Princesa Caballero, Kimba: El león blanco o el Fénix, este museo dedicado Osamu Tezuka, al creador de todos esos personajes es lugar obligado. Se trata de un resumen tangible de la historia de la animación e historietas japonesas a través de la vida y obra de Tezuka, considerado el padre del manga.
Bocetos, sus primeras historietas, fotografías y memorabilia de distintas partes del mundo forman parte de la exhibición de este pequeño lugar que incluye partes interactivas y cada objeto se exhibe en una cápsula que remite a una escena de Astroboy. Una escultura de una versión caricaturizada de Tezuka se convierte en un santo grial de este recinto obligatorio para todo aquel que dese entender una de las aportaciones más grandes al mundo de la animación y el manga, que ha evolucionado a tener anime extremo digno de verse al menos una vez en la vida.
Hall of Hero Superhereo Museum
¿Recuerdas la caricatura de los Súper Amigos y el famoso Salón de la Justicia? Pues este museo de Indiana lo reproduce en dos pisos. El recinto se ostenta como “el único museo de superhéroes y cómics del mundo que preserva y cubre la historia entera de 80 años de historia de superhéroes en los cómics, juguetes, cine y animación”.
Cerca de 60,000 títulos y más de 10,000 juguetes integran la colección de este museo que incluye una reproducción del set de la serie de los 60 de Batman, el escudo usado en la película de “Capitán America: The First Avenger” y hasta juguetes de la segunda Guerra Mundial. ¿Costo? Solo nueve dólares.
Museo Internacional del del Manga, Kyoto, Japón
Si alguien quiere perderse en pisos enteros de tomos y tomos de manga, este es el lugar. Fundado en 2006, el Museo fue creado por la ciudad de Kyoto y la Universidad Kyoto Seika para preservar todo lo relacionado a las historietas japonesas, incluyendo los primeros grabados en madera del periodo edo.
El acceso al gran acervo es de solo 100 yenes y los tomos se pueden leer en cualquier parte del recinto. El único problema es que la mayoría de los materiales están en japonés aunque también se incluye una sección internacional dedicada a versiones internacionales de mangas famosos.Fue fundado en en 2012 por el belga Eric Pierre, quien convirtió su colección personal de figuras en un recorrido por los cómics y las historietas, con un particular énfasis en las europeas como Tintin, Asteriz y Obelix y hasta los Pitufos.
La sala de exhibición del Museum of Original Figurines se extiende a lo largo de 1300 metros cuadrados en los que se explora la transición del papel a la pantalla.
Las exhibiciones cambian cada seis meses y cada tanto el espacio dedica algunos de sus rincones a exhibiciones temáticas. El acceso a este museo, paraíso del coleccionismo, cuesta 12 euros aunque los visitantes necesitarán más que eso para perderse en sus tiendas.
Con información de GQ