Los ciudadanos venezolanos fueron dejados a su suerte en medio del desierto, mientras estaban intentando cruzar desde Perú a Chile por un paso irregular. Un grupo de motociclistas los encontró por casualidad.
Unos motoqueros se encontraba recorriendo el desierto en la región de Arica y Parinacota (norte), casi en el límite de la frontera entre Chile y Perú -lugar al que ellos llaman ‘la frontera X’- , cuando de casualidad se encontraron con un grupo de 24 personas de nacionalidad venezolana, entre ellos 5 menores, quienes se encontraban abandonados, sin agua, sin alimentos, luego de pasar tres frías noches en el desierto.
“Era algo que no imaginábamos. La noche se nos hizo eterna. El frío intenso. La fogata no duró ni 5 minutos (…) Ya estábamos resignados y entregados al desierto”, narró una venezolana a la televisión chilena luego de haber sido rescatados.
La zona donde los venezolanos fueron encontrados es conocida por la gente de la zona como “pampa”, un lugar inhospito, donde no viven animales, con cerros, montañas y quebradas de más de 1.000 metros de altura. Además, este lugar que fue minado durante la dictadura de Augusto Pinochet.
“Veo niños y veo a mamás buscando sobrevivir. Ver que si no hubiéramos llegado, ellos podrían haber perdido su vida”, fue el relato de Bastián Moreno, uno de los motoqueros que encontró al grupo de migrantes, quienes escapan de la crisis social y política de su país.
Los venezolanos fueron guiados por los llamados “coyotes”, quienes luego de haber recibido el pago, abandonaron a los migrantes en pleno desierto y durante la noche. Esto para evitar tener problemas con la justicia chilena. Los venezolanos pretendían llegar a la ciudad de Arica.
Tras ser rescatados por los motoqueros y posteriormente ayudados por el Ejército chileno, los venezolanos se encuentran en una residencia sanitaria donde deberán pasar 14 días de cuarentena obligatoria por las medidas del coronavirus.
Con información de DW