El presidente mexicano expone que, para enfrentar las crisis sanitaria y económica, su país ha aplicado una estrategia diferente que no implica el endeudamiento ni el rescate a los ricos, sino el ahorro, la austeridad, la responsabilidad y la asistencia a las capas pobres de la población.
México va avanzando, va disminuyendo el efecto nocivo de la pandemia de COVID-19, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso pregrabado para la 75ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Lo que más nos importa es salvar vidas”, afirmó el mandatario mexicano, quien destacó la labor de los expertos en sanidad, los científicos, los médicos, las enfermeras y los trabadores de la salud “que se han entregado con humanismo” a la causa.
Aseveró que su gobierno ha actuado con responsabilidad y austeridad en el combate al coronavirus al igual que para capear la crisis económica.
“No aplicamos la misma estrategia de siempre, de endeudar al país, de rescatar a los de arriba con el sofisma de que, si llueve fuerte arriba, gotea abajo. Como si la riqueza fuese contagiosa”, apuntó López Obrador.
Por el contrario, “estamos apoyando abajo y de manera directa al pueblo, de abajo hacia arriba”, abundó.
Origen de las ayudas
El mandatario explicó que para brindar esas ayudas, México destina recursos que son fruto del ahorro logrado en la lucha contra la corrupción y el dispendio desmedido de administraciones anteriores.
“La fórmula es no permitir la corrupción y ahorrar, que no haya ostentación ni lujos en el gobierno, además de liberar fondos para el desarrollo”, indicó.
Detalló que todos los adultos mayores, al igual que los niños con discapacidad reciben una pensión y que once millones de estudiantes pobres cuentan con becas, entre muchos otros programas sociales.
La importancia de las remesas
López Obrador subrayó asimismo el papel crucial en la batalla contra los efectos económicos de la pandemia de las remesas que mandan los 38 millones de mexicanos que trabajan en Estados Unidos y que este año romperán récord al acercarse a los 40.000 millones de dólares.
“Con lo que estamos invirtiendo desde el gobierno y con las remesas estamos fortaleciendo el consumo y, a pesar de la pandemia y la crisis, no hay hambre en nuestro país. Se está garantizando el consumo básico a millones de mexicanos”, recalcó.
Para finalizar, expresó su fe en el futuro de México y del mundo: “Soy creyente y mi credo es el de la fraternidad universal”, concluyó.