El comité organizador de Tokio 2020 y el COI acordaron hoy “simplificar” 52 capítulos de su organización para reducir el coste y adaptar los Juegos Olímpicos al contexto de la pandemia, con medidas que incluyen la reducción del número de miembros de las delegaciones participantes y la rebaja o supresión de distintos actos institucionales.
Los anfitriones nipones y el Comité Olímpico Internacional identificaron una serie de aspectos organizativos de los Juegos cuya escala se verá reducida para las nuevas fechas de los Juegos respecto a lo que estaba inicialmente planeado, durante una comisión de coordinación celebrada entre el pasado jueves y hoy.
“Hemos acordado una serie de medidas que ayudarán a organizar los Juegos de forma simplificada y menos costosa”, dijo el australiano John Coates, quien preside la comisión de coordinación de Tokio 2020, durante una rueda de prensa por vía telemática.
El presidente del comité organizador, Yoshiro Mori, afirmó que “quizás se podían haber tomado medidas más llamativas y atrevidas”, pero añadió que “hay unas reglas generales que cumplir” en el marco del COI y que, por tanto, se han centrado “en simplificar aspectos no esenciales”.
En este sentido, señaló que durante los Juegos “había previstas una sucesión de fiestas y eventos” que los organizadores consideraron prescindibles.
Recortes centrados en invitaciones y eventos
Los recortes afectarán sobre todo a la participación de miembros de las delegaciones olímpicas, patrocinadores, Gobiernos y otros organismos con representación en los Juegos Olímpicos, cuya presencia se verá reducida entre un 10 y un 15 %, así como a los eventos y servicios dedicados a los mismos antes y durante la competición.
En particular, se suprimirá la ceremonia inaugural de la sesión del COI, un acto cultural solemne., con actuaciones musicales y discursos de las autoridades, que se celebra tradicionalmente antes de los Juegos y al que acuden los miembros del Comité Olímpico Internacional y del gobierno local.
Además, las reuniones de los jefes de misión de cada país previas a los Juegos serán telemáticas, se recortará el número de entradas destinadas a patrocinadores y se reducirá el número de invitaciones, lo que permitirá vender más tickets al público.
Entre otras medidas, se reducirán los servicios transporte específicos no dirigidos a los deportistas -para miembros de federaciones, patrocinadores u otros invitados-, que serán sustituidos en parte por el transporte público.
Atletas y medios técnicos
Una de las líneas rojas trazadas por el COI y los organizadores ha sido “respetar a los atletas y a la competición”, por lo cual los recortes se han planteado de modo que tengan “el menor impacto posible sobre ellos”, dijo Mori.
En este contexto, se ha decidido retrasar ligeramente las fechas de disponibilidad de las instalaciones de entrenamiento antes de los Juegos, aunque se ha descartado posponer también la apertura de la Villa Olímpica.
Se cancelarán además las ceremonias oficiales de bienvenida a los equipos olímpicos y paralímpicos y durante las competiciones se simplificará la presentación de cada prueba en lo que respecta a personal y medios técnicos empleados.
También se ajustará la plantilla que trabaja en la organización y el número de voluntarios, se recortará la escala de la producción de las retransmisiones y se eliminarán elementos de algunas instalaciones temporales, incluyendo sedes de competición, aunque sin afectar al número de asientos para el público ni al material deportivo.
Por otra parte, se está discutiendo una “simplificación” de las ceremonias de apertura y cierre de los juegos para que no sean “actos festivos de una magnitud excesiva”, aunque todavía no se ha tomado una decisión al respecto, según dijo el director ejecutivo de Tokio 2020, Toshiro Muto.
Margen para mejorar
Los organizadores evitaron ofrecer una cantidad concreta que tengan previsto ahorrarse con las medidas presentadas hoy, aunque esperan dar cifras concretas “lo antes posible”, según Muto, quien apuntó a la próxima reunión del comité ejecutivo del COI para hacerlo.
Además, Tokio 2020 trabaja para conservar a todos los patrocinadores contratados para los Juegos en las nuevas fechas previstas en el verano de 2021, así como para “incrementar los ingresos” con nuevos contratos, señaló Muto.
Los organizadores y el COI “no pararán aquí y seguirán trabajando para mejorar los Juegos”, subrayó en este sentido Coates, quien destacó la necesidad de “constante flexibilidad y adaptabilidad” en el contexto de la pandemia.
Tanto el COI como los organizadores aprovecharon la reunión para volver a lanzar mensajes de optimismo de cara a la celebración de los Juegos el próximo año pese a la pandemia.
“Todos compartimos la visión de que esto es posible, de que pueden celebrarse, porque no podemos decepcionar a una generación de atletas olímpicos. Esto es lo que nos mueve”, dijo Coates.
El representante del COI ensalzó asimismo “la determinación de los japoneses para seguir adelante con los Juegos” pese a la crisis del coronavirus, mientras que los organizadores destacaron la reciente ampliación del acceso de público en las competiciones nacionales, lo que alimenta la esperanza de ver a público en las gradas olímpicas.
Con información de EFE