El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó este miércoles (30.09.2020) que la empresa estatal PDVSA recuperó dos refinerías, de cuyos fallos operativos nunca informó, y con ello espera que se normalice el suministro de gasolina, cuya escasez ha generado protestas en varios puntos del país.
“Ya Venezuela está produciendo todo lo que necesita para el consumo interno. Se han levantado ya dos refinerías a pesar del ataque brutal” de Washington, apuntó Maduro en una alocución televisada, sin precisar cuáles.
“En silencio ha tenido que ser la recuperación productiva y va bien, va muy bien”, señaló el gobernante, destacando la compra de repuestos en el exterior, y la reparación en los talleres de PDVSA de los que no habían podido ser adquiridos.
Con una producción que pasó de 3,2 millones de barriles por día, hace 12 años, a unos 400.000 barriles diarios en la actualidad, la industria petrolera de Venezuela está sumida en una grave crisis, que expertos atribuyen a malas gestiones y casos de corrupción.
El sistema refinador venezolano, con capacidad instalada para procesar 1,3 millones de barriles diarios de crudo y combustibles, a duras penas funcionó a 12% de su potencial en el primer trimestre de 2020, según cifras proporcionadas a la AFP por fuentes de la industria.
Tanquero iraní en aguas venezolanas
El país con las mayores reservas de crudo del mundo está afectado por una aguda escasez de combustible. En las estaciones de servicio se forman filas de kilómetros de vehículos para cargar gasolina, con esperas de horas o incluso días.
Venezuela, que solía refinar suficiente petróleo para cubrir sus necesidades, ha recurrido a aliados como Irán para aliviar la escasez de combustible.
Un tanquero con gasolina iraní entró este miércoles en aguas de Venezuela, según datos de un experto petrolero y en tráfico marítimo, según el cual, este es el segundo barco que llegó al país esta semana.
Ni el Gobierno venezolano ni la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) han informado acerca del ingreso de la carga al país, pese a la desesperación de los ciudadanos en las últimas semanas, que aguardan hasta 6 días de cola para poder repostar y las protestas que se han desencadenado a causa de la falta de combustible.
Con información de DW