Armenios y azerbaiyanos libran este sábado 3 de octubre “intensos combates” en la mayor parte del frente en Nagorno Karabaj, mientras las autoridades de Ereván aseguran que Bakú lanzó una gran ofensiva en el séptimo día de hostilidades.
El presidente de este territorio separatista, Arayik Harutyunian, vestido con uniforme militar, declaró a los periodistas que había comenzado “la última batalla” por Nagorno Karabaj, añadiendo que se unía al frente para combatir junto a sus tropas.
El ejército separatista “logró detener el ataque a gran escala del enemigo”, indicó por su parte la portavoz del ministerio de Defensa, Shushan Stepanian, en su página de Facebook, a la vez que mencionó “intensos combates” y que “las fuerzas armenias contraatacaron en uno de los sectores del frente”.
En la capital Stepanakert, blanco por primera vez de disparos de artillería el viernes, se volvieron a oír explosiones el sábado por la mañana, constató un corresponsal de la AFP.
En este contexto, la diplomacia de la región separatista llamó el sábado a la comunidad internacional a “reconocer” la independencia” de Nagorno Karabaj, calificando esta medida como el “único mecanismo eficaz para restablecer la paz”.
Nagorno Karabaj, territorio azerbaiyano poblado mayoritariamente por armenios, se independizó de Azerbaiyán en 1991, provocando una guerra que se cobró 30 mil vidas. El frente está casi congelado desde entonces, pese a combates regulares.
Por otro lado, las autoridades armenias anunciaron este sábado la muerte de otros 51 soldados separatistas del ejército de Nagorno Karabaj en los combates que le enfrentan, por séptimo día consecutivo, a las fuerzas de Azerbaiyán.
La lista de los 51 militares muertos fue publicada en la web del gobierno armenio unas horas después de que el presidente de Nagorno Karabaj, Arayik Harutyunian, anunciara que había comenzado “la última batalla” por la región. El balance oficial de los combates, muy parcial, se eleva a 242 muertos de ambos bandos.