El químico mexicano Mario Molina, quien en 1995 ganó el Premio Nobel de Química, falleció este 7 de octubre, informó la UNAM.
La Universidad Nacional Autónoma de México informa del lamentable fallecimiento del doctor Mario Molina, distinguido universitario, Premio Nobel de Química 1995.
— UNAM (@UNAM_MX) October 7, 2020
Molina nació en la Ciudad de México en 1943 y fue ingeniero químico egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (1965); posteriormente realizó estudios de posgrado en la Universidad de Friburgo, Alemania (1967) y recibió un doctorado en Fisicoquímica de la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos (1972), de acuerdo con el centro de investigación que lleva su nombre.
Molina era también investigador de la Universidad de California en San Diego, donde era parte del Departamento de Química y Bioquímica y del Instituto de Oceanografía SCRIPPS, una de las instituciones líderes en la investigación de los fenómenos asociados al Cambio Climático.
En México, presidió desde 2005 el Centro Mario Molina, donde hizo estudios estratégicos sobre energía y medio ambiente, particularmente en los campos de cambio climático y calidad del aire.
Fue pionero y uno de los principales investigadores a nivel mundial de la química atmosférica. Fue coautor, junto con F.S. Rowland en 1974, del artículo original prediciendo el adelgazamiento de la capa de ozono como consecuencia de la emisión de ciertos gases industriales, los clorofluorocarburos (CFC), lo que los llevó a ganar el Premio Nobel de Química.
Incluso, sus investigaciones y publicaciones sobre el tema condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, el primer tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental de escala global y de origen antropogénico.
El Profesor Molina y su grupo de investigación publicaron una serie de artículos entre 1976 y 1986 que identificaron las propiedades químicas de compuestos que juegan un papel esencial en la descomposición del ozono de la estratosfera. Subsecuentemente demostraron en el laboratorio la existencia de una nueva clase de reacciones químicas que ocurren en la superficie de partículas de hielo incluyendo aquellas que están presentes en la atmósfera. También propusieron y demostraron en el laboratorio una nueva secuencia de reacciones catalíticas que explican la mayor parte de la destrucción del ozono en la estratosfera polar.
En los últimos años de su carrera, Molina se dedicó a investigar la química de la contaminación en la baja atmósfera y colaboró con expertos para enfrentar el problema de la degradación de la calidad del aire en las grandes ciudades del planeta, especialmente grupos de contaminantes del aire en zonas urbanas, realizando importantes aportes al conocimiento y la solución de la contaminación atmosférica de la Zona Metropolitana del Valle de México.
También enfocó gran parte de su labor a la política de la ciencia conectada con el creciente problema del cambio climático e impulsando acciones globales a favor del desarrollo sustentable a la par de un desarrollo económico.
El gobierno federal y el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, lamentaron el fallecimiento del químico mexicano en redes sociales.
El @GobiernoMX lamenta profundamente el fallecimiento del Dr. Mario Molina Henriquez, Premio Nobel de Química 1995. Nuestro pésame a familiares y amigos. Descanse en paz y que sus aportaciones a la ciencia trasciendan en el tiempo.
— Jesús Ramírez Cuevas (@JesusRCuevas) October 7, 2020
Lamento profundamente el fallecimiento del Dr. Mario Molina Henriquez, Premio Nobel mexicano, científico comprometido y capaz. Abrazo solidario a sus familiares y amigos. Descanse en paz.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) October 7, 2020
Con información de Animal Político