El tsunami de 2011 en Japón fue uno de los más fuertes de la historia, y decenas de fantasmas han sido vistos desde entonces.
¿Crees en los fantasmas? El capítulo de Misterios sin resolver sobre el tsunami de Japón en 2011 puede hacer que cambies de opinión.
El 11 de marzo de 2011, Japón fue azotado por uno de los terremotos más fuertes en la historia de la humanidad (de casi 9 grados). En ese mismo momento, decenas de residentes de la ciudad de Ishinomaki, rodeada por lagos y océanos, sabían que el desastre no iba a acabar ahí, muchos sabían que, con un terremoto de tal magnitud, un tsunami sin duda le seguiría, pero, saber que iba a suceder no era suficiente para evitar el desastre.
En solo unos minutos, la ciudad quedó destruida, casas fueron arrastradas por el agua, miles de personas murieron y muchas más quedaron desaparecidas. Por si fuera poco, después del desastre, una nevada comenzó a caer sobre los empapados sobrevivientes que lo perdieron todo en un abrir y cerrar de ojos.
Tsunami Spirits es el capítulo más triste de Misterios sin resolver (que en su segunda parte presentó también la historia del asesinato de Jennifer Fairgate, la desaparición de Christopher Dansby y la fuga del asesino Lester Eubanks), presenta los testimonios de hombres y mujeres a los que les tocó ver a sus hijos, hermanos y vecinos muertos entre los escombros, pero es también el que le da un giro sobrenatural a la segunda temporada.
Los fantasmas del Tsunami
Según cuenta el capítulo, después del desastre y de comenzar a recuperarse, decenas de personas reportaron haber visto a los fantasmas de los muertos, muchos de ellos estaban perdidos, no sabían que habían muerto o cómo encontrar a sus familias, por lo que deambulaban por las calles o incluso tocaban a la puerta de algunas casas para pedir ayuda.
En uno de los testimonios, una mujer que perdió a su hijo de 3 años, que fue arrastrado por el agua, contaba que, una vez de vuelta en su casa, un viejo juguete del niño se encendía solo por las noches sin explicación, mientras que un monje budista contó la historia de una mujer que fue poseída por decenas de espíritus perdidos que querían que los ayudará a pasar al otro lado. Ella recordó principalmente el caso de una niña que tuvo que soltar la mano de su hermano para correr escapar del agua, y lo vio morir justo antes de que ella muriera también.
Un hombre incluso contó que vio a su madre desaparecida en un refugio, pero, cuando se acercó a tomarle una fotografía para mostrarle a su familia que ella estaba bien y a salvo, la cara de la mujer cambió y se convirtió en la de una desconocida. Después se enteró de que, al momento de tomar la foto, el camión en el que viajaba su madre estaba siendo arrastrado por el agua.
Por otro lado, se dice que los taxistas de la zona eran los que más veían a estos espíritus perdidos, les permitían subir a sus coches y pagaban por sus viajes con dinero de sus propios bolsillos para ayudarlos a encontrar sus familias.
¿Qué son esos espíritus que decenas de sobrevivientes han visto?
Algunos psicólogos dicen que podría ser el resultado de un trauma colectivo, una alucinación compartida, y el periodista británico Richard Lloyd Parry exploró el fenómeno de los “espíritus del tsunami” en su libro, Ghosts of the Tsunami, pero explicar este inquietante caso no ha sido sencilla, en especial al tomar en cuenta la cultura japonesa y su postura ante la muerte y “la otra vida”.
En Misterios sin resolver, se explica que, para los japoneses, el mundo de los muertos está separado del de los vivos por una especie de tela delgada, lo que permite que algunos vivos, los más sensibles, puedan ver a los espíritus de vez en cuando.
“El dolor, la pérdida y la angustia de la gente salieron a la luz”, dijo el periodista a NPR en 2014. “Y lo que también salió después de unos meses fueron historias de fantasmas y eventos sobrenaturales en la medida en que casi parecía una epidemia”.
3,097 personas murieron en Ishinomaki, 2,770 desaparecieron y más de 50,000 edificios se destruyeron. Fue una de las ciudades más afectadas por el tsunami, y también la que reportó más casos de apariciones de fantasmas.
Ishinomaki después del tsunami de 2011
Los yūrei son un tipo de fantasmas del folklore de la antigua religión Shinto, se piensa que son espíritus que quedaron atrapados en nuestro mundo debido a que murieron de forma trágica o algo les pasó antes de morir, no se realizó la ceremonia correcta para despedirlo o se cometió un suicidio.
Muchas personas comenzaron a creer que, como el tsunami se llevó a muchas personas antes de tiempo (un hombre recuerda que encontró a su bebé cubierta de lodo y escombros) o de que estuvieran listos para morir, sus espíritus quedaron atrapados aquí.
“No me había dado cuenta de lo real y vivo que es el culto a los antepasados y el culto a los muertos”, informó Parry. “La otra cosa que aprendí es algo que debería haber sabido de todos modos, pero que el dolor y el trauma a menudo se expresan de manera muy indirecta”.
Parry, y muchos otros expertos, creen que no se trata de algo sobrenatural, sino de la una forma de manifestar y lidiar con el sufrimiento y el dolor de la tragedia, pero acepta que, para los creyentes, estos fantasmas son muy reales, y no es poco común que las personas que pasaron juntas por un trauma experimentan fenómenos similares.
Con información de GQ