Honduras se convirtió en el 50º Estado en ratificar el tratado internacional, permitiendo su entrada en vigor más de 75 años después de que Estados Unidos lanzara sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. La vigencia del instrumento es “la culminación de un movimiento mundial para concienciar sobre las consecuencias humanitarias catastróficas de cualquier uso de las armas nucleares”, señala el líder de la ONU.
El Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares entrará en vigor el 22 de enero de 2021 luego de que Honduras se convirtiera el sábado en el Estado número 50 en ratificarlo, iniciando así un nuevo capítulo en la esfera del desarme.
El Secretario General de las Naciones Unidas aplaudió a los países que han ratificado el acuerdo aprobado por 122 naciones en la Asamblea General en 2017 y destacó el trabajo de la sociedad civil para alcanzar este logro.
“La entrada en vigor del Tratado es un tributo a los sobrevivientes de las explosiones y pruebas nucleares, muchos de los cuales han sido promotores del instrumento”, puntualizó António Guterres en un comunicado.
Entre los grupos que abogaron por alcanzar la vigencia del acuerdo se cuenta la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2017 y cuya directora ejecutiva, Beatrice Fihn afirmó que este suceso marca una nueva era para el desarme nuclear.
“Décadas de activismo han logrado lo que muchos creían imposible: las armas nucleares están prohibidas”, recalcó.
El hito se alcanzó un día después de que Jamaica y Nauru presentaran sus ratificaciones, permitiendo que el Tratado entre en vigencia 90 días más tarde y prohíba las armas nucleares 75 años después de que Estados Unidos lanzara sendas bombas atómicas -las únicas utilizadas en la historia- sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial.
“Culminación de un movimiento mundial”
António Guterres aseveró que se trata de “la culminación de un movimiento mundial para hacer conciencia sobre las catastróficas consecuencias humanitarias de cualquier uso de las armas nucleares”.
“Representa un compromiso significativo hacia la eliminación total de las armas nucleares, que sigue siendo la máxima prioridad de la agenda de desarme de las Naciones Unidas”, dijo.
El titular de la ONU agregó que está listo para hacer su parte, como lo estipula el instrumento, y contribuir así al avance hacia la eliminación total de ese armamento.
Las potencias nucleares no son parte del Tratado
No obstante la importancia de la entrada en vigor del instrumento, cabe recordar que hasta ahora, Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia, China y Francia, las cinco potencias nucleares y miembros permanentes del Consejo de Seguridad, no han firmado el acuerdo.
De acuerdo con la letra del Tratado, los países que lo ratifiquen se comprometen a “nunca, bajo ninguna circunstancia, desarrollar, probar, producir, fabricar o adquirir, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos nucleares explosivos”.
Adoptado el 7 de julio de 2017 en una conferencia de la ONU en Nueva York, el Tratado representa el primer instrumento multilateral jurídicamente vinculante para el desarme nuclear.
“Es sólo el comienzo”
En declaraciones a la prensa en la sede de la ONU en octubre de 2017, luego de anunciarse que había ganado el Premio Nobel de la Paz, la directora de la ICAN, señaló que una nueva generación de activistas que creció después de la Guerra Fría no entendía por qué todavía existían las armas nucleares.
Hoy, tras la ratificación 50, Fihn indicó que la entrada en vigor es “sólo el comienzo”.
“Una vez que el tratado sea vigente, todos los Estados parte deberán cumplir todas las obligaciones que les incumben y acatar sus prohibiciones”.
Según Fihn, “los Estados que no se han sumado al Tratado también sentirán su poder y se podrá esperar que las empresas dejen de producir armas nucleares y que las instituciones financieras dejen de invertir en empresas productoras de esas armas”.