Los evangélicos, cuyo número se calcula en 30 millones en todo el país, se han propuesto apoyar los programas sociales de la Cuarta Transformación (4T), al empatar con los propósitos y las acciones que históricamente han practicado.
“Por supuesto que nosotros estamos apoyando la 4T, porque va en contra de la corrupción, en contra de la violencia y estamos en favor de la honestidad, del amor, la esperanza, la fe, la honradez. Esta 4T, su fundamento está en el amor”, afirma el pastor Arturo Farela, presidente de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice).
El respaldo a la 4T no sólo es de labios. Siete mil pastores afiliados a Confraternice participan ya en algunos de los 28 programas sociales propuestos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde esta semana, en las congregaciones agrupadas en Confraternice inicia el reparto de la Cartilla Moral; ya participan en Jóvenes Construyendo el Futuro; han propuesto al Ejecutivo colaborar con locales para cinco mil cajeros del Banco del Bienestar en los lugares más apartados del país donde las instituciones bancarias no llegan; asimismo expresan su deseo de aportar ideas en Juntos por la Paz, en Sembrando Vida y “en todos los programas que podamos participar”, explicó Farela, quien confirmó el interés de las asociaciones religiosas por obtener concesiones de radio y televisión, para lo cual han tenido ya reuniones con funcionarios de Gobernación.
Algunos dicen que somos los soldados de la 4T. Que somos el ejército de la 4T. Nos pueden llamar como quieran, pero no somos empleados (del gobierno federal). Somos súbditos de Jesucristo. Y nada más (…) La Cuarta Transformación es un movimiento social que incluye a las iglesias, donde estamos colaborando las iglesias miembros de Confraternice y no sé cuántas iglesias más”, indicó.
EN POLÍTICA SOCIAL
El presidente de Confraternice confirma que los evangélicos están apoyando programas de la 4T, como Juntos por la Paz, contra las adicciones, “que a nosotros nos parece fantástico y también lo vamos a apoyar”.
Indica que miles de cristianos evangélicos están apoyando también Jóvenes Construyendo el Futuro, donde “se les ofrece un trabajo y también se les enseña la Cartilla Moral. Lo que hacemos, los feligreses, es buscar a esos jóvenes que no tienen escuela ni trabajo, les ofrecemos el plan del gobierno federal, que les da una beca directamente”.
Otro programa que respalda Confraternice es el Banco de Bienestar, donde han propuesto al Presidente aportar cinco mil locales para el mismo número de cajeros del Bienestar, “en otro local distinto a los templos, en comunidades muy alejadas (…) y ya llega el gobierno federal y establece los kits de Bienestar, a través de los servidores de la nación”.
Farela asegura que los evangélicos siempre han trabajado en hospitales y en cárceles, a las cuales “el Presidente instruyó el 1 de marzo a Francisco Garduño (hoy en el INI) para que nos diera todas las facilidades para ingresar a las prisiones y ahí compartir principios y valores. La labor dentro de las cárceles es “enseñar la Biblia, para que sean nuevas personas”.
ENSEÑAR MORAL
Siete mil pastores afiliados a la Confraternice iniciaron este fin de semana el reparto de diez mil ejemplares de la Cartilla Moral, de Alfonso Reyes, en sus congregaciones, confirmó su titular.
Reiteró que son tres las estrategias para distribuir el material: 1) en los templos, donde “los pastores tienen la responsabilidad de enseñarla a toda la congregación (…) en escuelas dominicales y, cuando termine el culto, se van a enseñar los preceptos de esta cartilla”.
2) En eventos masivos y 3) en la comunidad, casa por casa.
Debido a la descomposición social que permea en el país, Farela considera que la Cartilla Moral es una respuesta viable, porque “los principios y valores son universales y la Cartilla está fundada sobre el amor a la familia, a los padres, a los hijos, a los hermanos”.
Considera que “si El Ponchis (el niño de 12 años que decapitó a cuatro personas en Morelos) hubiera tenido la Cartilla Moral en el corazón y en la mente, nunca hubiera cometido una decapitación. De ese tamaño es el beneficio de la Cartilla Moral.
Ahí falló el Estado, falló la familia, los padres de familia y los líderes religiosos, sean pastores, sacerdotes, cardenales, obispos o rabinos, porque no hemos sabido enseñar principios y valores para que no se cometan estos crímenes espantosos”.
Aclara que “del gobierno federal nunca hemos recibido ningún apoyo económico (para repartir la Cartilla). Ni lo buscamos ni lo necesitamos”.
POR LA RADIO Y LA TV
El pastor confirmó que los evangélicos buscan concesiones de radio y televisión, tema ya tratado con el Presidente, quien encargó a la titular de la Segob, Olga Sánchez Cordero, que hiciera un análisis para ver esa posibilidad, cuyo fin es “divulgar las Sagradas Escrituras y la misma Cartilla Moral.
Me he reunido con algunos miembros de Gobernación para el tema, y ellos van a entregar su informe sobre la pertinencia”, indicó Farela, quien niega haber promovido alguna iniciativa para cambiar la ley, porque “eso tiene que salir del Ejecutivo”, y haber tenido contacto con legisladores para tocar el tema.
“EL EJECUTIVO BUSCA FRENAR LA DEGRADACIÓN”
“Lo que busca nuestro Presidente es generar un cambio. Y yo creo que lo hace de forma sincera. Ve la necesidad de frenar esta descomposición familiar, social, tan fuerte, pero no deja de buscar un cambio externo, cuando realmente el ser humano lo que debe cambiar es en lo interno”, asegura Guillermo Montaño, presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano, que agrupa en México a 12 mil congregaciones y a nueve mil 500 pastores.
Acusa que los problemas sociales que México tiene, el alto índice de homicidios, violaciones, maltrato a mujeres, secuestros, etcétera, vienen de la condición interna del ser humano.
“Lo que México necesita es retomar los principios, como los de la Cartilla Moral, que nos hagan una mejor nación, pero para eso necesitamos una mejor sociedad, formada por mejores seres humanos”, dice el pastor que también ha acudido a las dos reuniones con el Presidente.
Y pese a calificarla como “buena herramienta, un buen documento, limpio, ideológicamente hablando (…) nosotros no nos hemos comprometido a entregar ninguna (Cartilla Moral). Ése es un compromiso, hasta donde yo sé, de (Arturo) Farela”.
En el mismo tenor, Carlos Gordillo, líder del Parlamento Nacional Evangélico Latinoamericano, aclaró que sólo un grupo de evangélicos repartirá la Cartilla.
Montaño advierte que bajar programas sociales con las estructuras de las iglesias “es peligroso, porque la Iglesia tiene otro llamado” y esto causaría confusión entre los feligreses. Además, ve contradicciones en el actual gobierno: “por un lado, el Presidente busca moralizar a la sociedad y, por otro, los partidos buscan desmoralizarla”, al legalizar la mariguana, el aborto, los divorcios y las uniones homosexuales, ejemplifica.
Con información de Excélsior