El gobierno de Jair Bolsonaro lanzó al mercado durante 200 días más productos agrotóxicos que lo que aprobó la Unión Europea (UE) para dichas sustancias en un período de ocho años.
Si bien son evidentes los daños de pesticidas al medio ambiente y a la salud humana, la actual coyuntura es favorable para la agroindustria en el gigante sudamericano, pues ella está representada en el Congreso por el grupo ruralista que apoya a Bolsonaro.
Al respecto, Gerson Teixeira, expresidente de la Asociación Brasileña de Reforma Agraria (ABRA), dice que nunca antes había existido en el país un ritmo tan agitado de aprobación de pesticidas, con unos 239 aceptados.
“Para tener una idea, lo que se aprobó este año, hasta mediados de junio, es más que lo aprobado en la Unión Europea desde 2011”, afirma Teixeira. De los 239 agroquímicos, el 43 % es “extremadamente tóxico”, según la organización ambientalista Greenpeace.
Los crecientes lanzamientos de agroquímicos apuntan a potencializar un mayor acceso a estos venenos por parte de los agricultores, según señala el expresidente de ABRA. Para Teixeira la estrategia es abaratar los precios, si bien la avalancha contaminaría los alimentos.
En entrevista con el sitio brasileño Brasil de Fato, el investigador Cleber Folgado explica que los agroquímicos –sustancias para exterminar la vida de agentes naturales no deseados– pueden causar enfermedades agudas y crónicas.
Quienes se exponen a estos pesticidas pueden padecer diarreas, vómitos, y con el paso de los años pueden sufrir enfermedades respiratorias, Alzheimer, cáncer, autismo, entre otras consideradas crónicas.
Con información de TeleSur