Olvídate del ejercicio, de la dieta saludable o de conservar los buenos hábitos a lo largo de la vida: el secreto para vivir bien más de 100 años ha sido revelado por la ciencia, y tiene que ver con la concentración de las células.
Así es: más allá de que los buenos hábitos pueden alargar y mejorar la calidad de vida, los científicos han descubierto que la verdadera llave para prolongar la existencia radica en cuántas células inmunes tenemos en nuestro organismo.
De acuerdo con el estudio, realizado por expertos japoneses, las personas que viven más de 100 años cuentan con cantidades anormalmente grandes de células inmunes llamadas “T”, que son linfocitos producidos por la médula ósea que maduran en el timo, fundamentales en la adaptación del sistema inmunológico.
Conforme el organismo envejece, las células T disminuyen, por lo que el riesgo de desarrollar cáncer y otras enfermedades fatales se incrementa, pero las personas longevas cuentan con tal cantidad de ellas que los protegen contra tumores, enfermedades cardiovasculares e infecciones virales de manera muy efectiva, pues son capaces de matar microbios y cuerpos extraños que amenazan la salud.
Los investigadores del Centro Riken para la Ciencia Médica Integrativa con sede en Yokohama, aseguran que futuros estudios en torno a esta característica de los ancianos extraordinarios podrían conducir a desarrollar una especie de “fuente de la eterna juventud” con base científica.
Con información de La Prensa