Es un hecho, la generación Z consume menos alcohol. Lo platicamos hace unos meses cuando explicamos que la población juvenil japonesa ha puesto en jaque a la industria cervecera de su país. Al ser un sector menos propicio a tomar bebidas alcohólicas, compañías productoras han decidido lanzar líneas no embriagantes. Los jóvenes occidentales ya también abrazan esa tendencia.
De acuerdo con una encuesta realizada por la Universidad de Oxford y Heineken, jóvenes de la generación Z han demostrado su preferencia por la sobriedad o bien, bebidas con bajos grados de alcohol. Con más de 11,000 de participantes Reino Unido, Japón, Brasil, Estados Unidos y España, se llegó a una conclusión: los Gen Z están abiertos a este hábito a costa de los prejuicios.
En primera instancia, un 34% de la generación Z reconoció el buen recibimiento por parte de su grupo social al haber elegido bebidas sin alcohol en reuniones. No obstante, persiste la presión para emborracharse. Según arrojan, 21% de los Gen Z han tenido que ocultar su consumo de bebidas no alcohólicas.
Por otro lado, un 38% confesó estar dispuesto a no beber alcohol bajo la condición de que sus amigos lo hagan también. Además, de aquellos que consumen bebidas 0.0, un 29% ha sentido que debe explicar o justificar su elección. Sin embargo, el hecho de no querer tomar ha dado pie a otras formas de entretenimiento: los juegos de mesa.

Estas nuevas opciones para salir con amigos, y divertirse sin necesidad de una borrachera de por medio, se ejemplifica con lugares como el Chaotic Good Cafe en Manhattan. El giro es sencillo: una cafetería. Lo característico de este tipo de lugares es que además de ser un espacio para tomar una bebida caliente y platicar, se puede disfrutar de un juego de mesa.
Incluso, también hay quienes se adentran al mundo de las partidas RPG. Así, los juegos de rol, cartas, fichas o hasta el jenga son ahora las primeras opciones para una tarde con amigos entre las nuevas generaciones. Afuera de universidades, parques o plazas, estos sitios se hacen cada vez más populares. Por ejemplo, podemos también mencionar a La Caravana en Ciudad de México.
Con la diversión enfocada desde la perspectiva de la sobriedad, los bares y discotecas comienzan a vaciarse junto al descenso de la venta de alcohol. A su vez, las fiestas y las citas se suman a este estilo de vida. Entre parejas de Tinder que optan por el sober dating y lugares destinados para lectura grupal, estar en una barra con tarros al por mayor deja de tener fuerza entre los Gen Z.
Podemos concluir con otra tendencia como ejemplo. Iniciado en Reino Unido desde 2012, el movimiento de Enero Seco ha generado cada vez más adeptos. A fin de darle un respiro al cuerpo posterior a las fiestas de fin de año, los jóvenes han optado por tener 30 días sin una gota de alcohol. La finalidad: comenzar hábitos saludables y seguirlos a futuro.
Con información de Xataka.